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Marcelo Bonelli
Javier Milei tiene un ambicioso plan político secreto que busca consolidar su endeble gobernabilidad. Incluye medidas económicas clave y la búsqueda de una absorción futura del PRO. Se trata de la formación de un nuevo espacio político de derecha liderado por el propio Milei. También, su estrategia tiene tiempos de ejecución y busca conformar una amplia fuerza de derecha.
El programa lo “cocina” solo entre los íntimos y buena parte de esos sueños se discuten en el “freezer”. Así le dicen a la blindada oficina presidencial en la Casa Rosada: a Milei le encanta trabajar a bajísimas temperaturas. Clarín confirmó que la táctica combina decisiones fuertes y un audaz timing político.
El Presidente está 100% abocado a la economía. A diario audita los números fiscales y del dólar. Milei dice: “Hay que tener un éxito económico, para avanzar en lo político”.
Por eso, el Presidente divide su plan en etapas. El objetivo inicial es lograr un dígito de inflación y, primordial, levantar el cepo. Así lo explica: al levantar el cepo habrá “bonanza” financiera y reactivación. “Vamos a crecer, afirma, como una “V” corta”.
La estrategia ya se conoce en el PRO. Generó un fuerte debate interno: implicaría un cambio drástico y, además, aceptar el liderazgo de Milei. Mauricio Macri conoce la jugada. En la Casa Rosada afirman que su vuelta al PRO está vinculada a este proyecto oficial.
Pero en el PRO ponen paños fríos. Muchos califican al plan político de Milei como un “delirio místico”. En las reuniones de cúpula despotrican: “Que no sea boludo y se dedique a gobernar”.
FURGÓN DE COLA
Macri hizo consultas y pidió informes. En esos “memos” se advierte que un acuerdo con Milei es audaz e involucra riesgos para futuro. En otras palabras: si le va bien a Milei, Macri sería furgón de cola. Y si le va mal coparticipará los costos políticos.