«Soy César Sánchez, músico, guitarrista. Decidí vivir en Formosa y desarrollarme en mi disciplina. Hay que deconstruir el concepto de amor al arte y pensar en las economías de los trabajadores culturales».
«Soy Mariana Mendoza, Lic. en Folklore y Prof. de Danza Contemporánea, cuando me recibí en Bs. As. aposté a volver a mi provincia para aportar todos mis conocimientos, volver a mis raíces para transitar mi carrera docente era mi mayor orgullo, porque cuando conocí la danza supe que era la mejor disciplina para la vida, porque la danza salva y sana.»
«Soy Martín Iza, Actor, Director y Docente teatral. Tuve el privilegio de formarme con maestros y referentes de la actividad, por esa razón decidí elegir Formosa para compartir mis conocimientos con todos aquellos que no tienen estas posibilidades y de esa forma desarrollar la actividad local».
Son testimonios reales y sensibles de trabajadoras/es que decidieron vivir del arte en Formosa, que no sólo pensaron en generar una fuente de trabajo, sino en generar trabajo con lo que eligen y apuestan hacer.
El cuerpo, ese territorio que por mucho tiempo fue vedado, reprimido, dejado de lado, minimizado, es justamente la herramienta de trabajo de aquellas/os que deciden dedicarse al arte. En el cuerpo, en la psiquis, en el espíritu, están impresas las marcas de un pasado transitado, de un presente que intenta instalarse y de un futuro incierto, a veces lleno de sombras, aunque de muchas luces también.
En el medio de esa necesidad de expresión que ofrece el cuerpo, está el imperioso anhelo de trabajadoras/es que necesitan ser reconocidas/os como tales.
En charlas privadas y públicas, entre pasillos, en conversaciones informales, en acciones conjuntas de visibilización, se los escucha decir: danza es trabajo, la cultura es trabajo, somos trabajadores culturales, y aunque se crean que son sólo palabras, es la imperiosa necesidad de una comunidad de trabajadoras/es que necesitan ser reconocidas/os como tales; sí, por el Estado, sí, por las autoridades, sí, a través de la creación de políticas culturales, sí, a partir de la ampliación de derechos laborales.
Y una coyuntura sanitaria, social, económica tan difícil como ésta, saca a la luz a las/os invisibilizadas/os, a las/os que en realidad nunca estuvieron, saca a relucir la vulneración de sectores que nunca fueron reconocidos por lo que en realidad son: trabajadores culturales.
Tal vez tienen que volver a explicar todo lo que deben estudiar, leer, invertir en su formación, en horas de clases y ensayos, para lograr intentar vivir de lo que eligieron, pero sin embargo les parece que no corresponde.
No corresponde porque durante todo un año de no trabajo, de ver caer sus espacios que han construido con tanta ilusión, de haberse convertido en gestores culturales, presentado protocolos y notas para poder volver a la dignidad del trabajo, y de no obtener respuestas, sólo ven que lo único que les queda es esperar, mientras todo se sigue cayendo, mientras las contradicciones continúan, habilitando espacios con riesgos sanitarios mucho más comprometidos que un salón de danza, con las mejores formas de cuidado.
Queremos decirles a las autoridades que las/os trabajadoras/es culturales, sí leemos, sí estamos muy al tanto de cada paso, de cada medida que se va tomando frente a esta pandemia; pero el arte es trabajo, el arte es salud, el arte es futuro para las nuevas generaciones, y necesitamos que esto se entienda y que los permisos sean consecuentes con esto.
Para la comunidad artística de Formosa, que forma a nuevas generaciones en valores, disciplina, inculcando una actividad que tal vez pueda ser la elección de vida de sus estudiantes, que enseña a respetarse y cuidarse a sí mismas/os y a las/os demás, que compone nuevas piezas coreográficas, musicales, teatrales, que investiga en diversas formas poéticas y expresivas, la habilitación sólo de espacios al aire libre, no es una opción, no dignifica al trabajador de arte, no va a paliar la pérdida de más de un año de no trabajo.
Por Jimena Bay Mercado – Comunicadora social- DNI: 32.052.054 Profesora de Danza – Movimiento Formoseño de Danza
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