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“La voz de amor se floreció en el árbol”. Los abajo firmantes, miembros del colectivo de ex presos políticos de Formosa durante la última dictadura militar, queremos saludar (desearle salud y buena memoria) a nuestros comprovincianos cuando estamos atravesando una etapa muy delicada de nuestra convivencia política a raíz de la pandemia que ya se llevó prematuramente a 10 formoseños.
Es cierto que la situación no es fácil. Nos obliga a ser prevenidos y solidarios para evitar males que vemos padecen las sociedades donde el capital concentrado impone la ley del más fuerte, dejando morir y colapsar los sistemas sanitarios.
Hay grupos funcionales al gran capital que tanto daño ya nos hizo con la gestión de Cambiemos. Pero son la continuidad (la pata civil) de aquella dictadura militar que tuvo el mismo ideario económico y cultural (neoliberal) que la gestión pasada. Hoy no aparecen de verde oliva, sino disfrazados de jueces, periodistas, sacerdotes y políticos. Antes también existieron, pero hoy reaparecen con todo el poder acumulado, mintiendo descaradamente con una virulencia mediática proporcional a la amenaza que significa la próxima contienda electoral.
Afirmar que los centros de aislamiento y asistencia sanitaria de la provincia son iguales que los centros clandestinos de detención es una de estas mentiras instaladas como apotegmas por quienes quieren cuestionar y quebrar la política sanitaria más exitosa del país, que vemos implementar en muchos otros países donde la racionalidad y el sentido común en favor de la salud y la vida del conjunto constituyen sus valores más importantes.
Nosotros conocemos tanto los centros de asistencia sanitaria provinciales como los centros clandestinos de detención que padecimos.
No queremos que los promotores y funcionales a la explotación y la muerte banalicen el pasado para fines electorales que propicien el regreso del neoliberalismo tan criminal como el que reiteradamente padecimos; sean jueces, periodistas, abogados, sacerdotes o dirigentes políticos.
Queremos que quede claro: los centros clandestinos de detención son exactamente lo opuesto a los centros de aislamiento y asistencia sanitaria para la salud de toda la población.
Es bueno hacer memoria del amor y no del odio.
Los centros de atención y aislamiento sanitario previenen muertes. Los centros clandestinos de detención, propiciaban deliberadamente la muerte. Crear confusión es borrar la historia y la memoria de compañeros y compañeras como el Bocha Pereyra, Pancho Bogarín, Mirta Insfrán, Ricardo Borgne, Caito Genes, Juan Alberto Benítez, Nancy Gómez, Pedro Morel, Lito Aragón, Fausto Carrillo, Luciano Ramón Diaz, Cantlicio Mazacote, Zulma Sena, Máximo Vianconi, Sara Fluvia Ayala, Fabián Oviedo y tantos otros.
Sin memoria no hay futuro.
Con buena memoria, en Formosa, la voz de amor podrá florecer en el árbol.
Por Roque Giglio; Elena Cossio, Julio Cossio, Roberto Grecca, Juan Eduardo Lenscak, Rocío del Carmen Lenscak, Víctor Giménez, Antonio Prieto, Guillermo Duré, Graciela de la Rosa, José Saavedra, Olga Gauna, Antonio Zárate, Teresa Fernández, Luis Miguel Lotto, Paula Judith Oviedo, Mariano Gauna, Miryan Maza, Paola Maza, Cinthia Valdez, Teresa Cossio, Rosa Acosta, Adriano Acosta… siguen las firmas.
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