Escribe: José Ayala
«En estos días difíciles que vive el país y millones de familias argentinas producto de las políticas neoliberales que se dictan desde los grandes centros de poder económico, desde Formosa podemos mostrar que la realidad demuestra que nada es imposible para la comunidad organizada porque, sin despojarse cada cual de sus convicciones políticas ,ideológicas o culturales, advierten que hay una causa común que les demanda avanzar colectivamente para hacerla realidad.
Esa fue la razón por la que el gobernador Gildo Insfrán puso en marcha este modelo formoseño para el desarrollo provincial que comenzó a ejecutarse en diciembre de 1995. Hay muchos ejemplos acerca de los réditos de esa actitud de la población ante sus necesidades y demandas, recordando que uno de los primeros logros fue el conseguir que el río Pilcomayo frenase su proceso de retracción que implicaría perderlo con las consecuencias dramáticas que ello hubiese tenido para media provincia.
Otros muchos logros, sobre todo en materia educativa, sanitaria y en obras de infraestructura económica y social son fruto de la comunidad organizada en acción que se canaliza a través de la comprensión de una conducción política que estimula esas esperanzas con hechos concretos.
Desde el llano, quienes nos reconocemos copartícipes de este modelo nacido por inspiración de nuestro conductor, el doctor Gildo Insfrán, seguiremos aportando las ideas e iniciativas que fuesen necesarias porque la realidad ha demostrado que se produjo una alta mejoría en la calidad de vida de la población por la ejecución de las políticas sociales y económicas surgidas del modelo propio.
Más allá de las situaciones no queridas que derivan de las medidas llevadas adelante por el actual gobierno nacional en el país, existe un cabal conocimiento de cuáles son las medidas que se deben tomar para que los formoseños sigan mirando el futuro con fe y optimismo.
En su permanente recorrido por toda la provincia, el gobernador deja su mensaje donde expresa su satisfacción porque percibe el protagonismo y el entusiasmo de la juventud por estudiar, capacitarse y servir al prójimo y de la mujer formoseña que con su sensibilidad y entrega se han convertido en verdaderas guardianas del modelo en marcha. Esa actitud, que también asumen los varones en todos los campos, es consecuente con el primer mandatario formoseño quien se encargó de recrear esa confianza mutua que surge de cumplir con los compromisos y la palabra empeñada y de privilegiar la unidad y la solidaridad para fortalecer la organización de la comunidad.
Para construir se necesita de todos, inclusive de los que no piensan igual que los que tenemos la responsabilidad de apuntalar el actual modelo en marcha; pero las diferencias deben dirimirse a través del diálogo y de actitudes sensatas.
Hoy, el peronismo nos necesita a todos. El pueblo formoseño nos necesita a todos, dejemos de lado las apetencias personalistas y vayamos todos juntos detrás de un proyecto humanista y cristiano, que en este costado de la patria lo lleva adelante con firmeza y total entereza el compañero Gildo insfrán, quien nos demuestra su temple y dignidad todos los días frente al hacerle frente a esta gran maquinaria que viene desde el orden nacional con intenciones de avasallarnos a las provincias que n o estamos dentro de la pampa húmeda o que no comulgamos con sus intereses políticos y económicos.
Hagamos nuestra autocrítica pero no dejemos de avanzar hacia adelante, sin mirar los errores de los compañeros. Como dice nuestro conductor, el enemigo no está entre nosotros, debemos trabajar más unidos que nunca, caminar las calles, visitar las casas de nuestros comprovincianos, y en estos tiempos de internet y redes sociales no perder la esencia del peronismo, que es el de estar al lado de la gente, con la gente, y hablar de frente y caraa cara con el pueblo, como fue siempre, y como seguirá siendo por mucho tiempo mientras llevemos bien en alto nuestra bandera de la justicia social.
Por esto y por mucho más, Hoy, soy más gildista que nunca. Nadie podrá quebrantar la fe y la esperanza de una Formosa en crecimiento».