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A contramano de la vieja canción popular española “Aserrín, aserrán”, el gobierno de Formosa tiene un comportamiento “diferenciado” con la comunidad aborigen de la Colonia La Primavera.
Quienes conocemos esas hectáreas cercanas a Laguna Blanca, desde antes del fatídico noviembre del 2010 cuando las balas se impusieron sobre el diálogo y terminó con dos muertos, podemos comparar y observar los cambios que se han producido en la comunidad Potae Napocna Navogoh. Mejores caminos, muchos de los nativos tienen motocicletas, escuela, seguridad policial y de Gendarmería; son algunos de los beneficios que obtuvieron.
Los originarios, con Félix Díaz a la cabeza, nunca dejaron de reclamar. Se podrán discutir las formas -cortes en la ruta 86 o en la avenida 9 de Julio, en medios nacionales o caminando por las rutas- pero siempre “pidieron” beneficios colectivos.
De hecho han logrado muchos objetivos, entre ellos, el agua potable. Días atrás, en medio del conflicto, ingresaron máquinas viales para arreglar calles e iniciar construcciones. Reclamaban que le muestren los planos de las obras.
Los originarios, con Félix Díaz a la cabeza, o en las sombras, nunca dejaron de reclamar y lograr beneficios para su comunidad.
Los recibieron en Casa de Gobierno, le mostraron los planos. Volvieron al corte y recién allí –asamblea mediante- resolvieron levantar la medida que se extendió por un mes. Poco a poco, van solucionando problemas relegados.
“Para afuera” parecen divididos entre los que respaldan al gobierno, los que se encoluman detrás de Félix Díaz, los ligados a credos religiosos; pero en el fondo siempre buscan soluciones para todos.
La estrategia del gobierno de opacar la figura del mediático Félix Díaz, se vio robustecida el pasado jueves cuando no había silla para él en la reunión “de diálogo”.
ASÍ PIDEN, ASÍ “SE PLANTAN”
En diciembre del 2009, los nativos de La Primavera aseguraban que “como producto de la denuncia que hemos hecho ante el SPAP y el INAI” y “la lucha comunitaria” contaban con “un molino en funcionamiento que provee agua a 17 familias”…”no obstante, este proyecto no es suficiente para proveer agua potable a las 900 familias qom” que habitan la zona.
Así, siempre, consiguen más. Y no se toman el tiempo para agradecer.
Piden pan, le dan pan; piden queso, le dan queso…. Y poco les molesta que los traten de opositores y otras tantas expresiones antiaborígen.
MIENTRAS TANTO… EN LA CIUDAD
Mientras tanto, los estatales reclamaban en voz baja el aumento desde hace muchas semanas. También habían aguardado el plus salarial. El gobernador lo anunció (35% escalonado, y sin paritarias). El formoseño capitalino tomó la buena nueva como un respiro financiero. No fue necesaria una masiva marcha exigiendo incremento; tampoco en las redes sociales no se evidenciaba malestar masivo.
Distinto el accionar de los nativos. Sus peticiones se hacen sentir. Y cuando se concretan, piden más.
¿O acaso los aborígenes son “más vivos” que el resto de la población formoseña?. ¿O La sociedad, por ejemplo la que vive en la capital provincial es más conformista, pacífica e inexpresiva?.