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La telefonía celular sufrirá un nuevo aumento de tarifas que llegarán al 25%, con lo que las subas alcanzarían en el año un 45% en cuatro meses. Las primeras empresas en aplicar los aumentos serán Movistar en junio y Personal, que lo hará a fines de julio. Claro es la única que aún no tiene fecha para la segunda suba del año, aunque informaron que no lo tiene previsto al menos por los próximos 60 días.
Movistar incrementará sus precios por etapas. A partir del martes 2 de junio, los planes costarán un 18% más, el valor del minuto subirá de $4,15 a $4,60 (10,8%), al igual que el servicio de internet móvil por día, cuyo valor se pasará de $3,30 a $3,90, aunque incluirá paquetes de 50 megas en lugar de 15 MB. De todas formas seguirá vigente el Plan Prepago Nacional, a un valor de $3. También elevará en un 11% el valor de los segundos, a $ 0,0767, y los SMS, que valían $0,99, a $1,10 cada uno.
Por su parte, Personal aumentará las tarifas desde el 29 de julio y alcanzarán el 25%. Los planes con abono fijo y factura subirán un 13% en promedio. El abono de $145 al mes, por ejemplo, ahora costará $165 (13,8% más), el plan de $360 se irá a $410 (13,9%), y el de $420 pasará a $500 (19%). Además, la mitad de los planes con tarjeta tendrán subas del 5,6% en las llamadas.
Es la segunda suba que impone Personal en el año, ya que en febrero los precios crecieron un 14% para planes prepagos y pospagos. Así, muchos pasarán a pagar hasta un 30% más de lo que lo hacían en enero.
Fernando Blanco Miño, presidente de la Unión de Consumidores, explicó en InfobaeTV que las empresas de telefonía móvil pueden fijar el precio de manera libre. «Nosotros en la Argentina no pagamos tarifa, sino que pagamos un precio porque no ha sido declarado un servicio público, a diferencia de lo que sucede con la telefonía pública. Entonces las empresas fijan estos aumentos de manera cartelizada«, analizó.
Para Blanco Miño, el de la telefonía móvil es un mercado «muy concentrado» porque solo tres empresas brindan el servicio. «De esas tres empresas, dos son del mismo dueño internacionalmente. Esto disminuye las condiciones de competencia, pero lamentablemente está aceptado en la Argentina», señaló. Y agregó que esto permite que cada vez sea peor el servicio y aumenten los precios igual.
Consultado sobre la responsabilidad que le cabe al Estado en este tipo de abusos, aclaró que éste «no tiene participación en los precios de todas las cosas».
«Sí en el caso de la telefonía fija, el gas, la luz, que son servicios públicos declarados por ley. Entonces lo que pagamos es una tarifa, en donde el Estado analiza la ecuación económica de las empresas prestadoras y establece márgenes de rentabilidad razonables».