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La posibilidad de retornar a las clases presenciales en aquellas jurisdicciones donde no se registran casos de COVID-19 desde hace más de 45 días, comenzó a ser analizada por el Gobierno nacional. Por este motivo, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, explicó en detalle cómo podría ejecutarse ese retorno a través de protocolos consensuados en el marco del Consejo Federal de Educación, siempre garantizando el cuidado de la salud de la comunidad educativa y brindando tranquilidad a las familias.
El regreso a las aulas será escalonado en tanto que no podrán volver a clase todas y todos los estudiantes en el mismo momento y que las y los alumnos tendrán días de clases en las escuelas y otros en sus hogares. Para poder tomar una medida concreta, la estrategia por parte del Gobierno nacional es esperar a los meses de agosto o septiembre, luego del receso invernal, para tener una mirada más clara y poder desarrollar una instancia de evaluación de respuesta del sistema educativo en el marco de la pandemia.
En aquellas donde no se han registrado casos de COVID-19 en los últimos 45 días, podría evaluarse un regreso con anterioridad. En esos casos, las autoridades nacionales analizarán la posibilidad del retorno a las instituciones educativas a partir de la decisión que tome cada provincia.
«La idea es establecer una hoja de ruta con los epidemiólogos, generar una mirada común en el marco del Consejo Federal de Educación, y que la decisión finalmente esté en manos de los gobiernos provinciales, con el cumplimiento de los protocolos que se acuerden llegado el momento”, resaltó el Ministro.
Por supuesto, se evaluará además el desarrollo de los protocolos, que no solo le brinden un marco de tranquilidad a toda la comunidad educativa al momento de regresar parcialmente, sino que eso pueda disminuir cualquier impacto epidemiológico, que es lo prioritario.
“El regreso estará sujeto a la realidad edilicia de cada una de las escuelas”, afirmó el titular de la cartera educativa nacional, y agregó: “La decisión final será de la escuela respecto a cómo adaptarse a los protocolos, porque no solo hay que pensar en el trabajo en el aula, sino los espacios comunes y el propio ingreso al establecimiento educativo. Son todos componentes que no son homogéneos y eso va a implicar decisiones muy concretas”.
El titular de la cartera educativa enfatizó: “También debe analizarse el despliegue de distanciamiento social dentro de los establecimientos, y cómo reaccionar ante un posible contagio dentro de las escuelas en medio de las clases”.
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