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A 44 años, llega un reconocimiento histórico para los 13 héroes formoseños
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En silencio 13 madres lloraron a sus hijos durante muchos años hasta que un día salieron e hicieron público su reclamo de un reconocimiento histórico y moral para la sangre derramada, para las vidas que quedaron en aquella plaza de armas del Regimiento de Infantería de Monte 29, cubriéndola de gloria, valentía y honor.
Fueron décadas de silencio por parte de un país para el cual nada había ocurrido o bien sólo había afectado a un pueblo del norte del país, porque eso éramos hasta aquella nefasta siesta de domingo: una comunidad que vivía en paz y fraternidad.
Finalmente, tras 44 años de espera el día tan reclamado llegó. Pero ninguna madre pudo participar del acto del viernes en el Regimiento de Patricios donde un Presidente democrático rindió por primera vez honores a nuestros héroes.
Algunas se quebraron de dolor y no soportaron la pérdida de un hijo, al que vieron partir para cumplir con una obligación cívica pero no vieron regresar sino que se lo entregaron en un cajón.
Los vieron marcharse, con sus pocas ropas, los bolsillos vacíos pero el espíritu lleno de orgullo: iban a servir a la Patria.
Tenían sueños, deseos de superación y ganas de vivir. Alguien truncó sus destinos trazando un plan macabro donde la violencia nada tenía que ver con ideales y mucho menos con los deseos de una Argentina libre y soberana.
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A otras mamás, la lucha por una reivindicación y la esperanza de que la historia de los soldaditos valientes de Formosa sea conocida por toda una Nación, las mantuvo y las mantiene vivas. A la distancia, el viernes siguieron uno de los actos más emotivos que quizás tenga nuestra historia.
Sus fuerzas no son las mismas, el paso del tiempo, las injusticias del relato de los años “70 fue calando en ellas, abriendo aún más las heridas del corazón, resquebrajando su fortaleza. Pero no cesaron, no se rindieron, como tampoco lo hicieron sus hijos aquel 5 de octubre de 1975. Trece familias se quebraron en innumerables pedacitos y nunca más pudieron recoger sus partes.
Una silla vacía en la mesa; un padre que nunca más compartió un almuerzo, una cena con su familia tras la pérdida de su hijo y prefirió sufrir en soledad; una madre que falleció de amor por el hijo perdido y de dolor en un pueblo del interior provincial; niños a quienes les arrebataron su infancia porque papá ya no estaba, lo habían asesinado cobardemente; hermanos que nunca más vieron sonreir a su madre, son sólo algunas de las imágenes que nos dejó aquel incomprensible ataque montonero.
Son nuestros héroes, pero no por eso cesa el dolor. Ofrendaron sus vidas en defensa de la democracia, pero nos los arrebataron sin compasión ni piedad.
A lo largo de estos 44 años, el 5 de octubre fue para nosotros una fecha cargada de sentimientos encontrados: orgullo, dolor y una pregunta que nunca encontró respuesta: ¿por qué?
Ayer, un Presidente los recordó y los honró, como hacemos los formoseños desde hace tantos años.
Hoy, podemos decir que empezamos a encontrar las respuestas. Nuestras madres lloraron de emoción, como cuando los dieron a luz o los llevaron a su primer día de clases.
Los hermanos de cada uno de los héroes del 5 de Octubre nos abrazamos a la distancia y también lloramos, por fin existen los por qué.
En este largo transitar de justicia y reivindicación histórica mucho hizo Ceferino Reato, quien contó la historia de los soldaditos de Formosa que le dieron lecciones de hombría y valentía a quienes pensaban que por ser pacíficos éramos débiles, desconociendo que estamos hechos de sangre de quebracho y piel de algodonales; Sandro Rojas Filártiga quien llevó a la pantalla grande a los valientes que se quedaron en el campo de batalla y a los que sobrevivieron y recorrió el país y un poco más… para contar qué ocurrió un 5 de octubre en Formosa; Victoria Villarruel, quien tomó nuestra lucha y la hizo suya en un capítulo del libro sobre las víctimas del terrorismo en el país.
Sin ellos, nuestra historia de héroes no hubiera trascendido, sería sólo conocida por los formoseños que honran la memoria.
No puedo olvidarme de Adriana Bortolozzi de Bogado, la primera legisladora por Formosa que impulsó un proyecto de reparación en el Congreso de la Nación, el que fue continuado por Ricardo Buryaile con el apoyo de Luis Naidenoff.
Tras media sanción en el Senado el proyecto quedó trunco en Diputados. Muchos se abstuvieron de votar en aquella oportunidad, entre ellos, formoseños que decían y dicen representar a la Provincia. ¿Cómo pueden representarnos y negar a nuestros héroes?.
Una vez más, el proyecto fue reflotado por Martín Hernández y fue finalmente Mario Arce quien golpeó las puertas que encontró en el camino para que se haga justicia. Y lo logró.
Los Veteranos del 5 de Octubre no sólo refrescan la memoria colectiva en cada desfile sino que han acompañado a los familiares en esta lucha.
Sin ellos, no hubiera sido posible. Por último, nuestro agradecimiento a la sociedad formoseña por no perder la memoria, por tener en claro que la bandera sigue en pie porque hubo quienes la defendieron a sangre y fuego.
Hoy más que nunca ¡HONOR Y GLORIA A NUESTROS HEROES FORMOSEÑOS!
Firma: La hermana de un héroe.