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¿De quién es la culpa: del que no ataja el dólar para frenar la inflación o del que no abre la billetera para pagar mejores sueldos? NoticiasFormosa te invita a sumarte al debate en un año electoral que puede definir si este contexto económico seguirá o se resolverá.
Los formoseños -en su gran mayoría- están inmersos en el empleo público y consecutivamente, muchos de éstos con sueldos muy bajos en comparación con la escalada de precios y una brutal inflación que pone al asalariado contra la pared.
La gente en la calle tiene la sensación de que por un lado, el Gobierno Nacional sostiene una política económica que los deja en el olvido y en el mayor de los problemas para afrontar los gastos familiares del mes, mientras que, otros tantos miran con el ceño fruncido al gobernador Gildo Insfrán por no mejorar los salarios estatales para poder soportar mejor los embates de un contexto hiperinflacionario muy negativo.
Ahora, esta semana, el dólar sobrepasó la franja de los 40 pesos por unidad y nuevamente asoma con fuerza el fantasma de nuevos aumentos en combustibles, servicios y comestibles, entre otros elementos de uso y consumo inevitable en la provincia.
Comercios que cierran, despidos, ventas paralizadas, cientos de problemas se multiplican a diario en la economía formoseña y todos miran a los responsables de llevar las riendas de la administración nacional y provincial.
Nación se ve muy preocupada por sostener el cambio flotante del dólar (que suba y baje conforme a pautas del mercado financiero) lo que a su vez beneficia a las grandes empresas que deben exportar o importar, y da cierta previsibilidad a la balanza comercial. Hasta ahí todo bien, pero la mirada macroeconómica parece desentenderse de los pobres que sufren con mayor crudeza los embates de una inflación que no da tregua.
La provincia por su parte, que se precia de tener las cuentas en orden y muestra orgulloso un superávit fiscal (gasta menos de lo que recibe de ingresos), tampoco parece estar interesada en darles a los asalariados formoseños un salario fuerte que permita afrontar la inflación y dinamizar la economía local, ya que aquél que gana mejor, gasta en comercios y servicios locales, y eso a su vez moviliza al sector comercial que podría abonar sueldos y no despedir a sus empleados.
Al mismo tiempo, desde ambas tribunas, los defensores y detractores de Cambiemos y la oposición, se culpan mutuamente y en el medio de la «cascoteada» la gente queda sin soluciones. Hoy por hoy, pareciera que ambos, la Nación y la provincia, tienen los fondos necesarios para derramarlos a los sectores más vulnerables de la sociedad, pero el tema es que ese derrame todavía no ocurrió porque están discutiendo quién tiene que abrir la billetera.
¿De quién es la deuda social? ¿De quién son los pobres? ¿Del PRO? ¿Del justicialismo? ¿Del kirchnerismo? ¿O es culpa de los pobres que sean pobres?
La mayoría de las provincias, incluso las jurisdicciones vecinas, tienen herramientas para afrontar mejor el escenario económico actual. Tienen atractivos turísticos muy visitados por extranjeros, o una fuerte diversificación productiva, o una fuerte estructura industrial, o tal vez una combinación de algunas de estas condiciones. Formosa no lo tiene. El fuerte del empleo local lo brinda el Estado. Empresas y producción hay, pero muy incipiente en comparación con las provincias vecinas.
Hoy por hoy, Formosa parece que no está al borde de la Patria, sino al borde del precipicio. En la cornisa.
LOS DATOS FINANCIEROS
Con el mercado atento al freno de la baja de tasas y a la mega colocación de deuda por parte del Gobierno a través de distintos títulos, el dólar se disparó este martes 47 centavos, a $ 40,26 –su valor máximo en más de cuatro meses-, en bancos y agencias de la City porteña, según Ambito.com. De esta manera, anotó su quinto avance en fila.
En la plaza informal, el «blue» operó estable, en $ 38,75.
El alza de la moneda estadounidense se dio a contramano de la región. Tal es así que en Brasil y en Chile la divisa retrocede un 0,6% mientras que en México pierde un 0,3%.
Los ojos del mercado están puestos en una serie de licitaciones tanto en pesos como en dólares y en el freno a la baja de tasas que venía llevando adelante la autoridad monetaria.
Es que el Gobierno salió desde el lunes a saciar su necesidad por conseguir financiamiento para cubrir el déficit fiscal con una nueva mega colocación de deuda a través de distintos títulos en el mercado local que incluyen Letras del Tesoro en dólares (Letes).