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Un ayudante mayor de la Prefectura Naval Argentina, oriundo de Formosa, fue asesinado por al menos dos delincuentes en moto que pretendieron robarle la camioneta cuando llevaba a su nieta de dos años a la casa de su hija en General Pacheco.
Se trata del ayudante mayor Guillermo Toledo (50), quien recibió dos balazos en la cara, agonizó unos minutos y finalmente murió, ante la desesperación de su esposa, su hija y su yerno que esperaban la llegada de una ambulancia.
El hecho ocurrió cerca de las 20 de anoche frente a una casa en la calle 2 al 100, de General Pacheco, partido de Tigre, donde vive la hija del prefecto Toledo.
Según relataron las fuentes policiales, el hombre llevaba, como todos los días junto a su esposa, a su nieta de dos años a la casa de su hija en una camioneta Ford EcoSport de su propiedad.
El prefecto Toledo era uno de los encargados del Destacamento San Isidro de Prefectura Naval Argentina, oriundo de Formosa; y había sido uno de los responsables de la búsqueda del hijo del ex diputado radical Federico Storani tras el choque de lanchas en el Delta de Tigre a principios de abril pasado.
El hombre, que estaba vestido con su ropa de prefecto al momento del hecho, observó que dos delincuentes que se movilizaban en una moto detuvieron su marcha delante de ellos y los amenazaron con fines de robo.
Estarían identificadas los dos involucrados, que tenían salidas transitorias de la cárcel.
Según las fuentes, al ver que se trataba de un asalto y que uno de los ladrones apuntaba su arma contra su hija, el prefecto extrajo su arma reglamentaria, pero el delincuente inmediatamente le disparó dos balazos que impactaron en la cara, ante la mirada de todos sus familiares.
Los ladrones huyeron del lugar sin concretar el robo en la moto en la que habían llegado, mientras que Toledo quedó tirado en el piso en medio de un charco de sangre.
Los familiares de Toledo pidieron ayuda a los gritos a otros vecinos para que llamaran a la policía y a una ambulancia, pero cuando los médicos llegaron al lugar, el hombre ya estaba muerto.
La familia de Toledo vive en Formosa. Viajan al velorio e inhumación de los restos en la ciudad de Pacheco (Buenos Aires)
Erica, contó: «cuando veo lo que está pasando, yo agarro rápidamente a mi hija en brazos y me tiro para atrás y cuando hago ese movimiento la persona me apunta a mí y me dice que me quede quieta. Ahí es cuando mi papá reacciona».
«Le robaron la vida a mi papá, destruyeron a una familia entera», dijo la hija del prefecto asesinado.
Además, explicó que su padre «estaba en actividad y tenía su arma reglamentaria. Cuando abre la puerta de la camioneta, trata de salir y una de las dos personas le apunta y le pega dos tiros en la cara. Lo mató a quemarropa».