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Mientras en el Congreso «se cuentan los porotos» para ir adelantando el resultado de la votación en el Senado de la Nación de la iniciativa del gobierno de Macri para convertir en Ley la iniciativa -que ya cuenta con media sanción en Diputados- se analizan comportamientos de gobernadores y legisladores nacionales. El caso Formosa, en medios porteños, merece una atención especial. El periodista de Canal 13-TN, Gonzalo Aziz, accedió a un borrador que incluye al senador José Mayans, como uno de de los que sumarán su voto positivo. Graciela De La Rosa, no se sumaría a la idea oficialista. De todos modos, venido de la política, hay que aguardar hasta el último minuto para saber el final de las negociaciones. De ser así, sería el primer acercamiento «en hechos» del gobernador al mandatario del PRO:
ARTÍCULO PERIODÍSTICO DEL DIARIO EL CRONISTA
En el Gobierno nacional se mide lo que ocurre en el Congreso en términos futbolísticos: dos tiempos para un mismo partido. El primero terminó ayer a la mañana cuando con 165 votos a favor se impuso el oficialismo con sus aliados en Diputados, incluidos los votos de algunos legisladores que ingresaron a la cámara Baja por las listas del Frente para la Victoria.
En términos de la , no fue magia. El tejido político comenzó incluso antes de la asunción del Presidente, con la elección de Rogelio Frigerio como Ministro del Interior y con la adición a esa cartera de las áreas de Obras Públicas y Viviendas y también con la designación de Emilio Monzó como presidente de la Cámara de Diputados.
En el equipo del Senado, donde desde ayer ya se juega el segundo tiempo del mismo partido, operan Gabriela Michetti y Federico Pinedo y la pelea es uno a uno: convencer a los senadores de la oposición para que acompañen el proyecto macrista como ocurrió en Diputados. Es más: ayer Frigerio recibió en su despacho a Carlos Reutemann y antes al peronista Omar Perotti con todos los intendentes santafesines del PJ. A ambos les prometieron colaboración.
Pero la colaboración y la gobernabilidad, dicen, es un ida y vuelta. Es por eso que ayer celebraban «el compromiso» de los diputados que responden a varios gobernadores, entre ellos resaltaban al salteño Juan Manuel Urtubey; la santiagueña Claudia Abdala Ledesma; el chubutense Mario Das Neves; el pampeano Carlos Verna; el riojano Sergio Casas y hasta la actitud de los hermanos Rodríguez Saá.
También en el Patio de las Palmeras hubo quien destacó «el éxito» del diálogo con el neuquino Omar Gutiérrez (quien recibió adelanto de coparticipación hace menos de diez días); el cordobés Juan Schiaretti y Miguel Liftchitz, de Santa Fe, después de que parte del socialismo acompañara fuertemente en el recinto.
Un párrafo aparte para Misiones, donde el diálogo con el gobernador Mario Passalacqua dio evidentes frutos: Maurice Closs, su antecesor, defendió su voto con el argumento de que pesa más el federalismo y la necesidad de las provincias que la disciplina partidaria.
«El apoyo a resolver una cuestión estratégica de nuestros primeros meses de gestión se traducirán en obras de infraestructura para las provincias«, señaló un funcionario a riesgo de quedar entrampado en un canje con los gobernadores que pocos días atrás desmentían. A pesar de haber conseguido un triunfo holgado, en la Casa Rosada señalaban ayer a quienes votaron negativo y los diferenciaban de quienes votaron «bien».
El encono tenía en el primer puesto de la lista al formoseño Gildo Insfrán y el entrerriano Gustavo Bordet, cuyos diputados votaron en contra. Ambos estuvieron con Frigerio días atrás y Bordet incluso habló a favor del acuerdo.
En plena negociación por los buitres y la Coparticipación hubo mimos desde Cambiemos, especialmente hacia Bordet. Precisamente después de haberse reunido con el ministro del Interior en la primera semana de este mes el ministerio de Hacienda adelantó a Entre Ríos
$ 300 millones en concepto de Coparticipación para «cubrir dificultades financieras transitorias» según se publicó en el Boletín Oficial.
Por eso la sorpresa. Y por eso ya se habla, metafóricamente, de futuros premios y castigos: futuras ayudas hacia ambos gobernadores podrían congelarse o simplemente dilatarse próximamente, según dejaban entrever los negociadores más duros.
Sergio Uñac, de San Juan, ha sido otro mimado por la Casa Rosada desde donde se puso en marcha un operativo de seducción para alejarlo de José Luis Gioja. Uñac quedó a mitad de camino: «Yo le pedí a los diputados que votaran a conciencia teniendo en cuenta el marco del acuerdo que se presentaba» dijo ayer mientras se preparaba para hablar en el Senado hoy. También reveló que la diputada Graciela Caselles le informó previamente que votaría con el Gobierno: «Ella me consultó y a mí me pareció oportuno que votara de esta manera», endulzó los oídos de los funcionarios nacionales.
El chaqueño Domingo Peppo venía despegándose de Jorge Capitanich que impulsó en el FpV de la provincia norteña una resolución para obligar a sus legisladores a votar en contra. El FpV votó negativamente pero Gustavo Martínez Campos votó a favor. No lo cuentan en la Rosada en el haber de Peppo, aún cuando trabajan en sintonía, porque Martínez Campos ya había migrado al Bloque Justicialista con Diego Bossio y compañía.
De las críticas no se salva Sergio Massa, a pesar de haber acompañado al oficialismo. Le endilgan «falta de conducción». «Se fueron de la votación Felipe Solá, Rodolfo Daer y Facundo Moyano», chicanean ahora que encontraron un flanco débil para apuntarle al dirigente renovador que ganó en imagen y en posicionamiento, aún habiendo quedado tercero en la elección presidencial.