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El agente Gonzalo Fabián Morales (23 años, hijo de policía en situación de retiro y oriundo de Clorinda) murió anoche alrededor de las 2 de la mañana al quedar en medio de una violenta gresca en una fiesta de despedida de un amigo «que se iba al sur del país» en el barrio 8 de Octubre, cerca del centro de salud.
Según pudo averiguar Diario Exprés/ver el policía no se encontraba cumpliendo tareas, sino que había concurrido al evento junto con familiares y amigos, y en un momento dos jóvenes comienzan a pelear y uno de ellos sacó un arma blanca y la gresca pasó a mayores.
Viendo lo que sucedía el agente intercede para tratar de calmar la situación. Pero de acuerdo al aporte de testigos del suceso, el agente había disparado varios tiros. En primer momento se suponía que los había realizado con el arma reglamentaria, luego pudo corroborarse que fueron de un revólver calibre 32 del cual se percutaron cuatro o cinco disparos.
Cuando se acerca a uno de ellos «tirado en el piso, con herida de arma de fuego. El hombre saca un arma blanca y lo apuñala de un puntazo en la zona intercostal izquierda, cerca del corazón». La herida fue letal, Morales se desangró y murió minutos más tarde en el Hospital del C5.
CÓMO COMENZÓ TODO…
La gresca se inició por la herida que recibió el cuñado (también hijo de un policía) de la víctima fatal que fue atendido en el centro de salud, contiguo al lugar de los incidentes. Anoticiada la Policía, algunos de los involucrados le piden que se retiren porque iban a solucionar el tema entre ellos.
Posteriormente llega a la casa donde se desarrollaba la fiesta un vecino (de 20 años, con antecedentes violentos) portando un arma blanca, el policía Morales repele la acción con disparos de arma de fuego. Cuando hay un acercamiento físico, el agente recibe el puntazo que terminó con su vida.
En medio de la trifulca, algunos muchachos que estaban en el evento quisieron agredir o linchar al homicida, pero éste logró escapar hasta su casa familiar ubicada a pocos metros del lugar del hecho a pesar de tener una herida de arma de fuego en una de sus piernas.
Concurrieron rápidamente a la Sala de primeros auxilios del barrio, que estaba a una cuadra de donde se produjo el ataque. El personal sanitario llamó rápidamente el SIPEC para trasladar a los heridos.
El agente Gonzalo Morales estaba ocasionalmente viviendo en la casa de su suegra, en la casa 2, manzana 2 del mismo barrio. Desde antes de Navidad se encontraba ausente y sin aviso de la comisaría de Las Lomitas. Oficialmente se informó que «se hallaba bajo sumario administrativo por abandono de servicio».
El agresor homicida está internado en el hospital central, pero en condición de detenido.