Si jamás lo probaron, le contamos que el pomelo le da al mate un toque diferente, un sabor ácido haciendo que la infusión se vuelva única. Un rico mate de pomelo es una buena variante.
Con esta combinación se aprovechan las virtudes antioxidantes de la yerba mate y la vitamina C del pomelo; muy necesarias para fortalecer las defensas en estos meses de otoño e invierno y especialmente en esta época.
Preparar un mate de pomelo es muy fácil,muy sencillo. Se necesitan de los mismos ingredientes que para preparar un mate tradicional, o sea yerba mate, agua caliente, azúcar o edulcorante. La diferencia, claro está, se encuentra en el pomelo.
Se necesita una de estas frutas, preferentemente en tamaño grande, aunque con un pomelo mediano ya es suficiente.
CÓMO PREPARARLO
Y el primer paso será ahuecar el pomelo. Se debe cortar y retirar la parte de arriba de la fruta para que su interior quede al descubierto. Ahora, utilizando una cuchara, se debe quitar toda la pulpa del pomelo. Así se formará un hueco que convertirá a la fruta en un recipiente matero.
Al pomelo ahuecado hay que añadirle la yerba, agregarle el agua y endulzarlo a gusto con azúcar o edulcorante. En el caso de los mates de pomelo no se recomienda usar agua muy caliente ya que puede quemar la fruta, además de la yerba, y los mates quedarían arruinados.
El agua para el mate de pomelo no debería superar los 85ºC. Hay personas a las que les gusta tomar el mate más caliente, pero si quieren que la yerba no se lave tan rápido y el sabor del mate dure más, entonces es mejor que el agua esté más tibia.
Un consejo que dan algunos expertos es que cada vez que se cebe el mate de pomelo se debe apretar un poco la fruta. Con esto se conseguirá que al agua se le añada un poco de jugo de pomelo, lo que le dará un exquisito sabor. Un último consejo que suelen dar es que la fruta utilizada no se use más de un día.
