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¿Gildo Insfrán, presidente de la Nación? Sus políticas de Estado de inclusión nutridas del nuevo modelo formoseño transformaron a la provincia de Formosa en bastión del peronismo y garantía de liberación nacional.
Todos sabemos que nuestro país se encuentra inmerso en una profunda crisis de valores bastante generalizada y donde el pueblo sufre sus malas e injustas consecuencias de exclusión, dolor, y muerte.
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Muchos apuestan a la violencia y la destrucción para cambiar las cosas pero terminan empeorándolas. Muchos otros terminan enredados en la abulia, la tibieza, y la indiferencia, y la omisión esperando que las cosas cambien solas, hecho que nunca ocurrirá como resultado de estas conductas.
EL MAL JAMÁS ENGRENDA AL BIEN
Pero existe una opción casi desconocida y muy poco adoptada sobre la rebelión. La rebelión, en su sentido más profundo, puede referirse a la resistencia pacífica y a la promoción de valores como el amor, la paz, y la hermandad como una forma de superar el mal y la injusticia.
Estos valores son fundamentales para construir un país mejor y superar los conflictos. El amor, al vencer al odio, tiene el poder de transformar las relaciones y promover la comprensión y la empatía entre las personas.
La paz, al vencer a la violencia, nos permite vivir en armonía y resolver los conflictos de manera pacífica. La hermandad, al vencer la incomprensión, nos une como seres humanos y nos permite reconocer nuestra interconexión y trabajar juntos por un bien común.
Es importante recordar que el bien tiene un poder transformador y que nuestras acciones basadas en valores positivos pueden marcar la diferencia en el mundo.
Al elegir actuar desde el amor, la paz y la hermandad, podemos contribuir a la construcción de un país más justo y compasivo. Siguiendo estos valores, podemos enfrentar los desafíos y superar el mal que existe entre nosotros.
Cada uno de nosotros tiene el poder de marcar la diferencia y promover el bien en nuestras interacciones diarias. Solo es cuestión de saber optar por el camino correcto para salir del caos reinante en la Patria.
Juntos, unidos en la diversidad, organizados, y solidarios podemos trabajar para construir un país nuevo en el que el amor, la paz, y la hermandad prevalezcan sobre el odio, la violencia, y la incomprensión.
Entendiendo que el otro soy yo en el marco del bien común; comprendiendo que el compartir es mejor que el competir.
En síntesis, solo alcanzará nuestro país su destino de grandeza y la felicidad de su pueblo si se aplican desde la política los principios de la ética sobre la técnica, el bien moral sobre el interés, el bien común sobre el individual, las personas sobre las cosas, y el espíritu sobre la materia.
Estos principios filosóficos son las bases fundacionales del Nuevo Modelo Formoseño, un nuevo modelo propio ideado por el Doctor Gildo Insfrán, Gobernador de la Provincia de Formosa, y Presidente del Congreso Nacional Justicialista.
Un nuevo modelo ideólogico alternativo a las anacrónicas ideologías foráneas que solo buscaron y siguen buscando la explotación del hombre ya sea a través del Estado o a través del mercado.
El nuevo modelo propio se presenta como un camino alternativo correcto a transitar para liberar a la Patria de las garras del neoliberalismo perverso, inmoral, e inhumano, y su aliada preferida la usura internacional que la tienen atrapada, con la complicidad lamentable de traidores, cipayos, y vendepatria que solo buscan esclavizar al pueblo y expoliarlo de sus recursos naturales con el solo anhelo de satisfacer sus repugnantes ansias de hegemonía, poder, y dinero.
Formosa con su modelo propio de vanguardia ya ha iniciado este camino de liberación revolucionario en paz desde hace ya mucho tiempo y hoy en día se pueden apreciar sus frutos de bienestar entre los formoseños, un fruto de bienestar necesario que no se observa presente en muchos lugares del país.
Los principios fundacionales del Nuevo Modelo Formoseño bien pueden ser trasladados al orden nacional proporcionado una base sólida para construir una Argentina nueva, más justa, y equitativa.
La ética sobre la técnica nos recuerda la importancia de considerar las implicaciones éticas de nuestras acciones y decisiones, en lugar de simplemente buscar el beneficio personal o el avance tecnológico.
El bien moral sobre el interés propio nos invita a actuar con integridad y a considerar el impacto de nuestras acciones en los demás.
El bien común sobre lo individual nos anima a buscar el beneficio y el bienestar de todos, en lugar de enfocarnos únicamente en nuestros intereses personales.
Poner a las personas por encima de las cosas nos recuerda la importancia de valorar y respetar la dignidad y los derechos humanos.
Y reconocer el espíritu sobre la materia nos invita a buscar un sentido más profundo de conexión y trascendencia en nuestras vidas.
Estos principios pueden ser una guía valiosa para vivir de manera consciente y responsable, y para contribuir a la construcción de un país mejor.
Al practicar y promover estos valores, podemos crear un entorno en el que se fomente la justicia, la equidad, y el respeto mutuo.
Es importante recordar que cada uno de nosotros tiene la capacidad de marcar la diferencia y promover estos principios en nuestra vida diaria.
Por eso la participación popular es plena y necesaria para la consolidación de este nuevo modelo revolucionario propio en paz hoy en marcha en la Patria desde su costado norte: Formosa.
Juntos podemos trabajar para construir un nuevo país en el que estos valores prevalezcan y donde todos los argentinos sin ningún tipo de exclusión puedan florecer en su pleno potencial.
El nuevo modelo propio, sin injerencias extranjeras de ningún tipo, es una causa patriotica nacional por la que vale la pena jugarse dando así un verdadero sentido a nuestras vidas.
Algo hay que hacer para superar las adversidades y los formoseños ya lo hemos empezado a hacer desde ya hace mucho tiempo, sin pactar jamás con ellas o las vencemos o nos vencen.
CON LA ADVERSIDAD NO SE PACTA
DANIEL MONTIEL
Hasta ahora la victoria viene siendo nuestra y la vamos logrando, día a día, con esfuerzo, fe, y esperanza, unidos en la diversidad, organizados, y solidarios levantando bien en alto nuestros principios liberadores mencionados.
Principios liberadores que no quedan en la retórica sino que se van materializando, día día, generando hechos concretos de bienestar e igualdad de oportunidades para todos los formoseños sin ningún tipo de exclusión.
Y todo esto se viene desarrollando con éxito gracias a la impronta y guía política de nuestro conductor político, el compañero Gobernador Gildo Insfrán, ideólogo del Nuevo Modelo Formoseño.
El Nuevo Modelo Formoseño es de todos, para todos, y con todos. No es sectario ni excluyente.
La nueva política formoseña se desarrolla con el pueblo adentro, con democracia, y en paz.
Que Dios nos siga bendiciendo.
DANIEL MONTIEL / Ver Facebook