Pedro Walter Cortéz, más conocido como “Pilico”, tenía 52 años y era un conocido abogado de Ingeniero Juárez, una localidad ubicada en el extremo oeste de la provincia de Formosa.
También fue concejal del Partido Justicialista y, algunos dicen, llegó a ser asesor letrado del gobernador Gildo Insfrán.
Estaba amenazado de muerte y sabía que su vida corría peligro, por eso denunció a la Policía que una vez le quisieron quemar su camioneta y aflojarle los tornillos de una de las ruedas para que “parezca un accidente”. Ambos intentos fallaron.
En una tercera ocasión manos anónimas rociaron con nafta la puerta de madera de su casa estando él y su familia dentro del inmueble, en un claro menaje mafioso.
A pesar de todo eso el exconcejal nunca pensó que esas amenazas iban a dejar de ser una simple maniobra de amedrentamiento para dar paso a una acción letal….y ese día llegó.
La noche del 21 de abril de 2018 el abogado volvía del centro caminando por calle Belgrano, en el barrio 22 Viviendas. Eran cerca de las 23.
Pocos metros antes de llegar a su casa, una moto se le atravesó en el camino, cortándole el paso. El conductor frenó bruscamente y el hombre que iba como acompañante levantó el brazo empuñando una pistola 9 milímetros, y abrió fuego contra el abogado, a sangre fría, al mejor estilo de los narcos colombianos, rompiendo el estruendo de los disparos el silencio de la noche juarence.
Todo ocurrió en cuestión de segundos. Después de consumar el asesinato, los motociclistas huyeron velozmente del lugar dejando en la escena del crimen, una gorra, un pasamotañas y las vainas de los proyectiles que salieron del arma homicida.
Los sicarios se perdieron entre las calles internas del complejo habitacional, que por esas horas lucían solitarias y oscuras.
Herido de muerte, “Pilico” se arrastró algunos metros en la calle pidiendo ayuda, y enseguida llegó su hermano Oscar Hee, quien sin entender lo que había pasado y visiblemente conmocionado al verlo en medio de un charco de sangre, lo levantó como pudo, le alzó a su automóvil y le llevó al Hospital del pueblo. Los médicos de guardia vieron la gravedad de las heridas y decidieron que lo mejor era evacuarlo urgente a Formosa. Le subieron en camilla a una ambulancia y a mitad de camino falleció.
¿Crimen por encargo?
La violenta muerte de “Pilico” sacudió a los pobladores de Ingeniero Juárez, que se despertaron el domingo con la terrible noticia del crimen.
Las hipótesis y conjeturas corrieron como reguero de pólvora entre los vecinos del lugar. Algunos hablaban de “crimen político”, otros de ser el esperado resultado del mundo donde se movía la víctima, y no faltó quien afirmó que se trató de una “vendetta” al mejor estilo mafioso. Todas suposiciones de un pueblo chico donde el infierno es amplio y generoso.
Lo más verosímil hasta ahora es que se trató de un crimen por encargo y que detrás del sicario que apretó el gatillo aquella noche del 21 de abril, había otra persona que dio la orden y pagó para que eso sucediera.
La Policía salió con todo desde el primer minuto. Hizo rastrillajes en el pueblo, realizó numerosos allanamientos que se repitieron durante las primeras semanas posteriores al homicidio y llevó a la Comisaría del pueblo a toda persona sospechada de haber tenido alguna participación en el caso y a los supuestos “enemigos” del abogado.
Como resultado de esta profusa y larga investigación quedaron finalmente detenidas cuatro personas, las mismas que mañana estarán en Tribunales sentadas en el banquillo de los acusados.
El juicio
El esperado juicio será mañana, miércoles, a las 8.30 en el sexto piso del edificio de Tribunales comenzará a desarrollarse el juicio oral y público para esclarecer el homicidio del abogado Pedro Walter “Pilico” Cortez, perpetrado el 21 de abril de 2018 en la localidad de Ingeniero Juárez.
La audiencia y posterior resolución del caso estarán a cargo de los jueces de la Cámara Segunda en lo Criminal de la provincia, María de los Angeles Nicora Buryaile, Ricardo Fabián Rojas y Arturo Lisandro Cabral, en tanto la fiscal del juicio será la doctora Norma Zaracho, además de los abogados defensores de los cuatro acusados y los querellantes particulares.
Por el brutal crimen del abogado llegan detenidas al juicio cuatro personas: Miguel Gregorio “Goyo” Monzón, Rocío Ivana Ptaskauskas, Sergio Isaac Figueroa y Francisco Rodrigo Ruiz.
Independientemente de la complejidad de la causa y la cantidad de partes intervinientes, declararán como testigos durante el juicio un total de 83 personas, ofrecidos por la Fiscalía, Querellantes Particulares y Defensores, respectivamente.
Las primeras audiencias se concretarán mañana, el jueves y el viernes, pero se tiene previsto realizar un total de 12, razón por la cual se estima que el juicio continuará durante los meses de octubre y noviembre.
Para este juicio, el Tribunal extremó las medidas de seguridad en el sector de acceso al salón de audiencias, impartiendo directivas para que la Policía utilice detector de metales y controle bolsos y enseres personales de las personas que concurra al lugar, las que deberán ser mayores de edad y tendrán que portar su Documento Nacional de Identidad a fin de poder ser registradas antes de su ingreso.
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