Es importante que en todo ámbito laboral se generen relaciones basadas en acuerdos que promuevan una sana convivencia. Para eso, registrar y validar las miradas, sensaciones y opiniones de las personas trabajadoras es una acción fundamental para fomentar la participación, la continuidad y el compromiso. Uno de los interrogantes más frecuentes en este escenario está referido a qué es clima organizacional y de qué manera fomentarlo para lograr mejores experiencias y procesos laborales.
Los proyectos y recursos que apuntan a entender qué es clima organizacional buscan promover y alentar espacios para la gestión y organización de la cultura interna de trabajo. Los objetivos principales apuntan a mejorar el clima laboral, el desempeño de trabajadores y que sientan entusiasmo y satisfacción en sus tareas.
¿Qué es el clima organizacional y por qué es importante?
Un clima de serenidad y armonía en el espacio laboral es un factor clave para lograr que el desempeño del personal sea eficiente, comprometido, coordinado y dinámico. Si se presentan conflictos, tensiones, falta de espacios para debatir y construir consensos, la motivación comienza a descender y esto repercute en la eficiencia de las tareas.
Las herramientas y recursos para conocer el estado del clima organizacional ofrecen un panorama de los pensamientos e ideas del personal con respecto a la gestión administrativa de sus superiores. A partir de estos datos, valores e informaciones, pueden llevarse a cabo programas de acción a futuro, modificaciones, ajustes y variables para alentar y promover a los equipos de trabajo.
Al referirse a clima organizacional, puede registrarse un estado muy dinámico, versátil y cambiante. Si bien se lo vincula con la cultura organizacional, no son lo mismo, debido a que el clima es un aspecto cotidiano y situado, mientras que la cultura alude a un programa más elaborado, con valores, creencias, medidas y comportamientos que orientan el rumbo de quienes trabajan en la empresa.
El clima se refiere a varias dimensiones que se relacionan y dialogan entre sí. Entre ellos, pueden destacarse cuál es el estilo y tipo de liderazgo de quienes dirigen la empresa. También, entran en juego las situaciones conflictivas, el grado de intensidad y el margen de posibilidades para resolverlos. A su vez, de qué manera actúa la comisión de directivos, cómo acuerdan las decisiones y las comunican al personal.
Otro de los rasgos que definen al clima organizacional es que se trata de un aspecto situado en tiempo y espacio. Es decir, puede reconocerse en empresas, fábricas, compañías y organizaciones en determinada época, grilla o calendario de fechas. Dichos datos pueden trabajarse de manera analítica y comparativa para establecer un programa de planes y acciones por parte de directivos.
Los informes y resultados de las encuestas al personal son una representación de cómo sienten su experiencia, trayectoria y recorrido. A su vez, de qué manera les gustaría intervenir en sus espacios, áreas y sectores de trabajo para sentirse más motivados, entusiasmados y valorados.
¿Cuáles son las ventajas y beneficios del clima organizacional?
Las empresas y directorios que apuestan por incorporar la herramienta de reconocimiento del clima organizacional perciben avances positivos en sus ambientes laborales.
En este sentido, mencionan el incremento de la motivación, la productividad y el compromiso de los empleados en sus tareas, como así también la predisposición a colaborar con otros sectores. Algunos de los puntos más destacados son los siguientes:
- Aumento de la comunicación: Hay más interacción, mejor relación, vínculos fluidos y conversaciones dinámicas con planes y proyectos interdisciplinarios. La sensación de comodidad se ve representada, además, en la apertura del personal a compartir sus estados de ánimo, sensaciones, deseos y proyectos.
- Mayor interés y sentido de pertenencia: Cuando el clima de trabajo es cordial, respetuoso, solidario y divertido, crece el entusiasmo y las ganas de formar parte del proyecto.
- Corrección del ausentismo laboral: El buen ánimo en los empleados, la sensación de tranquilidad y cordialidad son factores que contribuyen a una presencia constante del personal, lo que reduce las ausencias y llegadas fuera de horario.
¿Qué tipos de climas son los más frecuentes en las empresas?
El clima organizacional es un aspecto clave y valioso en el crecimiento de las empresas. Se trata de una característica que requiere tiempo y su desarrollo forma parte de un proceso extenso y cambiante que ocurre con variantes y oscilaciones, no es un circuito lineal. Por eso, dentro de todos los factores que pueden reconocerse, aparecen diferentes climas en el escenario de trabajo, que desarrollamos a continuación:
- Autoritario: Se basa en relaciones de poder y jerarquías, no hay flexibilidad ni articulaciones entre el personal y los directivos. Los últimos no consideran las miradas y voces de los empleados.
- Paternalista: Hay vínculos de carácter superficial, una confianza muy reducida y espacios de comunicación breves en donde los empleados no sienten la confianza por parte de los directivos.
- Consultivo: Hay mayor registro y reconocimiento de las miradas de los empleados, el equipo directivo escucha e incorpora las voces con una comunicación más interactiva y mutua.
- Participativo: Hay construcciones horizontales, grupales, colaborativas y en redes. Para los directivos es elemental registrar las opiniones del personal, debido a que les permite evaluar decisiones, plantear cambios y fortalecer aspectos que puedan estar funcionando de manera deficiente.
En conclusión, el clima laboral es una dimensión muy valiosa, funcional y necesaria a tener en cuenta en la construcción de proyectos dentro de empresas. Por lo tanto, los objetivos que deben perseguir los equipos directivos son de vínculos sanos, cordiales, participativos y comprometidos con el personal de trabajo.