El día “D” para Giovanni fue hace dos años en una cancha de la localidad jujeña de Santa Clara, hasta donde fue llevado por su padre César Frontela, enterado que había llegado gente de River a buscar talentos.
“Como soy gendarme estaba trabajando en ese momento en San Pedro. Me avisaron que en Santa Clara, un pueblo distante a 30 kilómetros, iban a probar chicos para River y no dudé en llevar a mi hijo. “Mi auto no arrancaba no se por qué motivos y no se iba a ningún lado. Le dije a mi hijo que igual se equipe, entonces tomé la moto, lo cargué y bajo lluvia hicimos los 30 kilómetros hasta llegar a nuestro objetivo”, contó a Noticias Formosa el padre de Gio, visiblemente feliz por el presente de su hijo.
Al terminar la jornada, el pequeño jugador fue seleccionado entre medio millar de chicos, luego de deslumbrar a los entrenadores del equipo “Millonario” y haberse destacado por su movilidad en la cancha, su exquisita pegada y su olfato goleador. De hecho ese día convirtió un gol de mediacancha ni bien ingresó en el segundo tiempo. Su equipo perdía 3 a 0 y con su ingreso logró revertir el resultado saliendo airoso con un contundente 4 a 3.
DESTINO MARCADO
Gio firmó como jugador oficial de River Plate en julio del año pasado, luego de largos meses de pruebas, contrapruebas, rigurosos entrenamientos y viajes por todo el país integrando el plantel denominado Selectivo. Actualmente está militando en la Categoría 2012 donde no se cansa de hacer goles, convirtiéndose en una prometedora figura de este deporte, según dijeron los expertos que lo vieron jugar.
Pero la historia de este pequeño comenzó hace varios años atrás. Si bien nació en la ciudad de Formosa, desde muy pequeño tuvo que migrar a varias provincias, debido a los diferentes destinos laborales de su padre.
A los cuatro años de edad comenzó a jugar en “El Decano”, una Escuela de Fútbol de la provincia de Corrientes, y ahí ya mostró destellos de ser un jugador diferente. Tiempo después su padre fue notificado de su pase a la ciudad de San Pedro (Jujuy) y entonces a la familia no le quedó otra opción que mudarse y radicarse en ese lugar.
Gio no tardó en buscar un nuevo club para seguir haciendo lo que más le gusta, y así recaló en Deportivo Unión donde jugó por el término de un año. Por entonces tenía 6 años. Luego pasó a la Escuelita Municipal “Los Cachorros de San Pedro”, donde también fue el centro de elogios y reconocimientos por su particular talento para este deporte.
“Recuerdo que yo estaba trabajando y me enteré que gente de River venía a Santa Clara a buscar jugadores. Le comenté a Gio y no dudó en aceptar el desafío. La prueba duró todo el día, desde las diez de la mañana hasta las seis y media de la tarde, incluso tuvimos que almorzar ahí ya que no podíamos ir y volver”.
Aquel fue un día glorioso para Gio. Superada la primera etapa de la mañana, los profesores de los dos equipos pidieron que le anoten para la prueba de la tarde, donde debía disputarse un partido completo, bajo la rigurosa mirada del coordinador General, Luis Pereira, el mismo que descubrió a Enzo Fernández y Julián Alvarez, dos estrellas rutilantes que vistieron la casaca de la Banda Roja.
“Gio entró desde el banco con su equipo perdiendo 3 a 0. Ni bien ingresó tomó la pelota y convirtió un gol desde el medio campo. Luego empataron y terminaron ganando 4 a 3”, recordó César.
A esa prueba se presentaron unos 500 chicos provenientes de todos los pueblos cercanos a Santa Clara, pero solo fueron seleccionados dos, uno de ellos fue Gio.
“Entraban y salían los equipos y yo veía que Gio seguía en la cancha, junto a otros dos chiquitos, hasta que escuché que el seleccionador preguntó por el nombre de mi hijo, a quien definió como un animal”, reveló.
FINAL FELIZ
La jornada terminó con final feliz. Gio fue elegido e invitado por los referentes de River a jugar casi inmediatamente un torneo en la provincia de Salta con todo pago: pasajes, estadía y traslados. “Ahí comenzó la relación con River que se extendió durante todo el 2021 y el 2022, jugando para el selectivo que se llama “Barrios Bajos”, un proyecto de trabajo implementado por Luis Pereira para buscar talentos y llevarlos a River”, agregó César, indicando que fue casi un año y medio de pruebas y más pruebas, y viajes por todo el país, en los que Gio nunca decepcionó cada vez que le tocó entrar a una cancha a jugar.
Por fin llegó el día más esperado. Fue en julio del año pasado, cuando los directivos de River lo llevaron hasta la AFA donde estampó su firma para quedar incorporado oficialmente como jugador del Club. Desde entonces está compitiendo en la Liga de Buenos Aires, muy orgulloso de vestir la camiseta del club de sus amores
Actualmente está viviendo en la pensión de River, asiste regularmente a la escuela y entrena todos los días con pasión, responsabilidad y mucho empeño.
“El es delantero, hincha de River y tiene como referentes e ídolos a Julián Alvarez y Gonzalo “Pity” Martínez”, precisó el padre de Gio, quien contó que el pequeño se adaptó muy bien a su nueva vida, aunque extraña un poco a sus familiares, amigos y seres queridos. “Lo que le ayudó mucho fue el trabajo previo de casi dos años que hizo con la gente de River, yendo y viniendo a todas partes”, precisó.
César no esconde su felicidad por todo lo que está viviendo su hijo y el crecimiento que tuvo desde el 2021 a la fecha. “Este va a llegar, tiene que llegar porque tiene todas las condiciones para hacerlo”, contó que le dijo uno de los entrenadores cuando preguntó sobre el futuro de su hijo.