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El gobierno argentino, no contento ya con aplicar derechos de exportación a los productores de soja argentinos, ahora quiere comenzar a cobrar ese tributo a empresarios agrícolas paraguayos.
El mecanismo para lograr esa hazaña tributaria es muy simple: el ministro de Transporte, Alexis Guerrera, dispuso, a través de la resolución 625/2022, que comenzará a cobrar un peaje de 1,47 dólares por tonelada al transporte de cabotaje que se circule por el tramo Puerto de Santa Fe-Confluencia, que es precisamente por donde pasan las barcazas con soja paraguaya que luego se embarcan en terminales portuarias de la zona de influencia de Rosario.
El próximo 17 de noviembre la Administración General de Puertos (AGP) realizará una audiencia en formato virtual para exponer los alcances de la iniciativa, además de explicar cuál sería del destino de los fondos recaudados con el nuevo peaje.
Estimaciones de la Cámara Paraguaya de Comercializadores y Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) indican que el peaje generaría un costo para el sector agroindustrial guaraní de 35 a 40 millones de dólares. Mucho dinero para un pequeño país como Paraguay.

El costo del nuevo peaje, tal como sucede con la tarifa de 3,06 dólares por tonelada de registro neto embarcada en el tramo inferior del Paraná, será descontado por las empresas exportadoras del precio de la soja recibido por los productores paraguayos, lo que implica que se transformará, en los hechos, una “retención” aplicada por un país a otro del Mercosur.
Por ese motivo, el canciller paraguayo, Julio César Arriola, solicitó a su par argentino, Santiago Cafiero, que desista de aplicar la medida al considerarla inapropiada.
El problema es tan grave para Paraguay que hasta el propio presidente guaraní, Mario Abdo Benítez, se refirió al asunto al considerar que la intención de cobrar un peaje por parte de la Argentina no debería avanzar.
“Vamos a defender la posición de Paraguay, creo que no corresponde. Justamente creo que lo que la región necesita es mayor competitividad y esto hace que perdamos fuerza como región”, indicó el presidente de Paraguay.

Por el momento, el gobierno argentino, cuya gestión está en manos del ministro de Economía Sergio Massa, no dio señales orientadas a dar de baja la iniciativa, lo que podría derivar en un conflicto diplomático entre ambos países.