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Previo a su implante coclear “sólo quería trabajar porque era el único lugar donde sabía lo que tenía que hacer”, contó el primer mandatario en entrevista con el diario PRIMERA EDICIÓN.
Hoy, a dos meses del implante coclear y a un mes de volver a “escuchar” desde el oído izquierdo, este médico pediatra nacido en Santiago del Estero y misionero por elección, habló con PRIMERA EDICIÓN de las cosas que lo llevaron a presentarse en octubre pasado, con un turno ajeno, ante el especialista del Hospital Italiano.
“Empecé a darme cuenta de que estaba perdiendo audición en 2012, cuando tenía 40 años, poco antes de iniciar mi gestión como ministro de Salud Pública”.
Aunque no lo sabe con certeza, atribuye su pérdida auditiva a sus años de DJ y carreras de karting porque no tiene antecedentes de ningún familiar que haya necesitado audífonos. “Creo que uno de los factores fue el trauma acústico por ser DJ desde muy chico… antes íbamos al boliche desde los 13, no como ahora que te piden DNI para ingresar. Otra cosa que pudo afectarme fueron las carreras de karting aunque -reconoció- el mayor impacto sonoro lo recibía del lado derecho y mi mayor problema lo tengo en el izquierdo, lado del que me quedé sordo totalmente”.
También sospecha del tratamiento casero que su mamá le hacía cuando tenía otitis y que aún hoy se sigue practicando pese a que puede afectar la membrana del tímpano. “Antes se creía que el dolor de oído era porque había aire y te ponían un cucurucho de papel y lo prendían fuego, para que saliera ese supuesto aire, pero eso puede provocar daños en el tímpano. La otitis es un absceso dentro del oído medio y, cuando se rompe la membrana del tímpano con calor, se drena y disminuye el dolor… por eso parecía efectivo”, advirtió sin poder desprenderse de su profesión de médico.
“Estaba con mi familia y no veía la hora de volver al trabajo”
En 2015, en su primer año como Vicegobernador, casi ya no escuchaba del lado izquierdo. “Mi gestión como Vicegobernador la hice con un 15% de audición del oído izquierdo y entre un 50 a 60% del derecho, según las audiometrías. Ya en 2019, estaba sordo del lado izquierdo y me quedaba un 30% del derecho”, recordó.
Según confió, a medida que perdió audición se volcó más al trabajo y se aisló de sus amigos y su familia. “Llegaba a mi casa y no podía sentarme a la mesa a hablar con mi familia, por más que tenía el audífono al máximo no los podía escuchar”.
“Después de cada jornada laboral mi cabeza me explotaba de dolor porque los audífonos con volumen muy alto te provocan muchas cefaleas. Todo eso hizo que empezara a alejarme de las reuniones familiares, me quedaba sentado pero no podía compartir, se reían y yo no sabía porqué lo hacían, no podía escuchar lo que hablaban. No veía la hora de volver al trabajo porque era el único lugar donde sabía lo que tenía que hacer, donde me comunicaba mayoritariamente por mensajes de texto, especialmente desde que inició la pandemia. Trabajar me aliviaba psicológicamente”, confió.
El empujón de sus seres queridos
Fueron sus amigos y familia los que lo motivaron a no resignarse a quedar sordo. Y una nota de este Diario sobre el implante coclear en adultos.
“Después de leer esa nota en PRIMERA EDICIÓN (Herrera mandó a esta redactora el link de esa publicación con el título “Implante coclear en adultos: reencontrarse con el sonido les devolvió la independencia”) contacté a la responsable del programa de hipoacusia, Natalia Zaja, que me habló sobre la experiencia de estas intervenciones en adultos. Justo entonces, un amigo me llamó porque había sacado un turno para su mamá con el médico otorrinolaringólogo Carlos Boccio, en el Hospital Italianom y no iba a poder ir. Y me fui con el turno prestado, me hicieron todos los estudios y el médico me confirmó que mi caso era ideal para hacer un implante”, contó.
“Antes me prepararon, distintos especialistas me explicaron que volvería a escuchar pero que sería diferente y me mensajeaba con otros sordos que se hicieron implantes. En diciembre me puse en manos de Dios y fui a ponerme el implante coclear”, relató.
VOCES ROBÓTICAS
En enero, casi un mes después de tener el implante, finalmente lo conectaron y comenzó su entrenamiento para volver a escuchar. “Nadie me había hablado del postoperatorio, que fue bravo, sobre todo las primeras 48 horas, pero yo tampoco voy a contarlo para no desalentar a nadie porque lo lindo es lo que viene después“.
“Una vez conectado el implante, en enero, comencé a escuchar. Mi audición ahora es como un sistema electrónico, te escucho como si me hablara Robocop, pero puedo escuchar todo y entender todas las palabras. A diferencia del audífono, que es un amplificador, el implante coclear es un disociador y a medida que pasan los días, mi cerebro me da más herramientas para que las voces que escucho sean más normales. Cuando empezamos a hablar, te escuchaba con una voz infantil robotizada pero, como ya conocía tu voz de antes, mi cerebro me permitió acceder a tu registro de voz después de unos minutos, siempre en forma robótica”, contó.
Entre muchas otras cosas, Herrera Ahuad recuperó el diálogo en forma fluida con sus seres queridos “y escuchar música, algo que ya no podía hacer”.
ANECDOTARIO
En agosto de 2021, el presidente Alberto Fernández visitó Iguazú para el lanzamiento del Previaje II. Hubo un acto donde el servicio de audio no tuvo en cuenta la hipoacusia de Herrera Ahuad. Entre la gente presente y los discursos a alto volumen, el Gobernador debió sacarse su audífono que saturaba el sonido en su oído. Y sin el aparato, no escuchaba absolutamente nada. Así transcurrió el acto donde hablaron varios, entre ellos Fernández, que llamó a Herrera uno de los gobernadores más demandantes de respuestas, en tono de broma. El misionero se enteró horas después, cuando leyó mensajes donde conocidos lo cargaron por los dichos del Presidente.
Volver a escuchar música
Cada día su cerebro incorpora nuevos sonidos y ruidos, como el canto de los pájaros, el sonido del viento, de las hojas y tantos otros. “Ya estoy en el cuarto programa de inicio y, la próxima semana, después de que me hagan estudios, comenzaré una nueva etapa. Mi caso está en un protocolo de investigación porque me pusieron una tecnología nueva”, precisó Herrera Ahuad.
Aún sorprendido por el impacto que generó en los medios nacionales haber contado que es sordo del lado izquierdo y conserva el 30% de audición (con audífono) del lado derecho, contó que lo llamaron desde Australia, de donde es la empresa de implantes cocleares, para agradecerle por dar su testimonio.
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