Naidenoff , por carta, le pidió a Gildo flexibilización de la cuarentena

En una carta enviada al Gobernador, el Senador Nacional propone la rehabilitación de las actividades recreativas y comerciales, la internación domiciliaria de casos asintomáticos y la habilitación a los laboratorios privados para realizar test de PCR.

13 de enero de 2021, Formosa. Sr. Gobernador de la Provincia de Formosa Dr. Gildo Insfrán:

Han transcurrido 11 meses desde el inicio de las primeras medidas restrictivas en el marco de la pandemia en la Argentina. Como consecuencia del incremento de casos detectados en nuestra provincia en lo que va del 2021 se tomó la decisión de retornar a fase 1 en la Ciudad de Formosa y en los departamentos Matacos y Ramón Lista, sumándose a la ciudad de Clorinda. Esto implica lisa y llanamente, volver al punto de partida.

La pandemia nos afecta a todos, no distingue.

Esto ya lo vimos, cuando se pensó que se podía frenar al virus impidiendo el ingreso a la provincia a los formoseños por el solo hecho de que podían ser potenciales contagios.

Hoy, la realidad nos indica que por diversos factores el virus se encuentra presente en distintos puntos de la geografía provincial, con las dos ciudades más importantes y dos departamentos enteros bloqueados.

Ante estos hechos, la dirigencia política tiene la responsabilidad de aportar tranquilidad y evitar caer en la tentación de utilizar medidas extremas que puedan profundizar el temor y generar un efecto absolutamente adverso, como salida a este cuadro de situación.

En función de las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación y de las experiencias de otros distritos provinciales, considero apropiado que se analicen las siguientes propuestas para transitar esta situación de la manera menos traumática posible, en un momento de enorme cansancio social de los formoseños, especialmente de los trabajadores de la salud y de las fuerzas de seguridad.

 

Como lo hemos propuesto en su momento, considero un acierto la realización de testeos masivos. Pero para acrecentar la efectividad de los mismos, se requiere la voluntad y acompañamiento del pueblo formoseño.

La realidad nos indica que el confinamiento y el encierro son situaciones no deseadas. Por lo tanto, cada portador asintomático o leve, tiene el derecho de realizar el aislamiento en su domicilio con el cumplimiento estricto de los protocolos, requisitos y recomendaciones.

Las excepciones son aquellas personas que convivan con personas en edad y en condiciones de riesgo. Los centros de alojamiento deben ser un lugar reservado para el ciudadano cuando por razones personales o familiares no se encuentra en condiciones de cumplir el aislamiento en su domicilio.

Facilitar testeos y permitir el aislamiento domiciliario terminará con la estigmatización, normalizará la vida en el contexto de emergencia, evitará el temor social, la reticencia a los encierros y fundamentalmente descongestionará los centros sanitarios para casos más severos.

Hasta que se logre la vacunación masiva de la sociedad, el desafío es aprender de estos 11 meses para convivir en pandemia.

Asimismo, ante el nuevo requisito de PCR negativo para aquellos trabajadores esenciales que necesiten trasladarse dentro de la provincia, se torna necesario considerar la habilitación de los laboratorios privados para realizar los testeos. Esta medida servirá para dar practicidad y descomprimir la demanda, como opción rápida y accesible para la obtención de dicho estudio a costo del demandante.

En todo el país, los laboratorios privados cumplen una función esencial para descentralizar, descongestionar la capacidad de testeo estatal y para agilizar la entrega de resultados a las personas en situaciones de emergencia, que necesitan realizar tareas, trasladarse de un lugar a otro o simplemente realizar un control de rutina. Todo, dentro de los protocolos avalados por el Ministerio de Salud de la Nación y bajo el registro dentro del Sistema SISA.

Las consecuencias sociales y económicas se han hecho sentir en cada una de las familias formoseñas. En el aspecto social, con efectos colaterales en la salud, y en materia económica, con locales cerrados, emprendedores asfixiados que hacen lo imposible para mantener las fuentes de trabajo. En este contexto, reiterar las medidas de aislamiento extremo no resulta ser la mejor opción.

Es necesario rehabilitar los horarios para recreación personal y actividad comercial con la vigencia de los protocolos sanitarios. Más allá de que las consecuencias psicosociales y económicas están a la orden del día, aún estamos a tiempo de atenuar los daños.

Más allá del aporte del Estado, el camino es la responsabilidad social individual (uso de barbijos, distanciamiento social y cumplimiento de protocolos), para evitar caer en la reiteración de medidas que implican una regresión democrática y conciliar libertad, economía y salud. Atentamente,

Luis Naidenoff – Senador Nacional

 

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