Alberdi se está “secando”, están desesperados. Cientos de comercios pasaron de tener 5.000 compradores en un día, a nada en los últimos cuatro meses. Encima, están perdiendo la época del aguinaldo, en que solían hacer muchas ventas. Estiman que unos 3.000 alberdeños se quedaron sin trabajo y sin ningún ingreso. Califican de muy crítica la situación social.
La Cámara de Comercio de Alberdi, ciudad del Departamento de Ñeembucú de la República del Paraguay, está clamando por asistencia a su Gobierno para mantenerse en pie ante la pandemia. La ciudad, que se caracteriza por la venta de productos al mercado formoseño, no subsistirá por mucho más ante el cierre indefinido de las fronteras.
“Hace un mes que estamos pidiendo auxilio para ver si es que accedemos a créditos a plazos, que es lo que necesitamos, por lo menos de 6 meses de gracia, hasta fin de año”, expresó Miguel Vázquez, presidente de la Cámara de Comercio de Alberdi, en una nota publicada por el diario digital paraguayo La Unión.
TRES MIL TRABAJADORES
Vázquez indicó que cerca de 3.000 personas trabajan en los comercios de Alberdi, a quienes, mediante arreglos, acordaron pagarles solo entre el 30% y 40% de sus respectivos salarios habituales en los últimos tres meses. “Desde julio ya no sabemos si vamos a llegar a fin de mes. Este junio fue el último mes que cumplimos con ellos así”, advirtió.
En ese orden, señaló que, aunque el peso no tiene mucho valor, los argentinos se caracterizan “por tener muchos dólares guardados”.
“Los productos electrónicos, electrodomésticos, prendas de vestir y muchos otros salen de acá, de Paraguay. Ahora, en esta época del año, en Argentina se cobra medio aguinaldo. El año pasado nomás formaban colas desde allá para pasar hacia nuestro país y en estos momentos es imposible porque nadie puede entrar ni salir. Estamos a la deriva”, lamentó Vázquez.
Subrayó que, a diferencia de Encarnación o Ciudad del Este, Alberdi no posee un mercado interno para seguir vendiendo. “Solamente nuestro comercio es para Argentina”, afirmó, añadiendo que “si las fronteras no se abren en diciembre ya será una catástrofe”.
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