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Tras las declaraciones del ministro de Gobierno de la provincia Jorge González de que entró en vigencia la reciente modificación al Código de Faltas de la provincia al haber sido promulgada la ley por el Poder Ejecutivo en el Boletín Oficial, quedaron plenamente vigentes las sanciones a todos aquellos infractores de las nuevas normativas relacionadas al cumplimiento de todos los cuidados que rigen en plena pandemia y emergencia sanitaria, surge la pregunta de rigor, ¿la Justicia de Paz está preparada para asumir este nuevo desafío que implicará atender miles de nuevas causas por infracciones a normativas sanitarias?
Sin dudas, la idoneidad del personal y los jueces está presente, pero el problema surge a partir de la enorme cantidad de trabajo extra que se crea a partir de esta situación nueva. Para tener una idea, desde que se impuso la obligatoriedad del uso del barbijo en la vía pública, más de 300 personas diarias eran notificadas de que estaban incumpliendo con la disposición sanitaria. Si este número lo trasladamos a un mes de 30 días, tendremos cerca de 9.000 causas judiciales por mes, un número tremendo.

Hay que tener en cuenta que los 18 juzgados de Paz con que cuenta la provincia, de los cuales los tres más grandes están en la ciudad de Formosa, atienden numerosas cuestiones que ocurren en la sociedad y que agolpan de trabajo las oficinas judiciales todos los días.
Entre sus funciones, los Juzgados de Paz deben entender en asuntos civiles y comerciales, laborales, cuando el monto de la demanda no supere la cuantía fijada por el Superior Tribunal de Justicia. Actualmente, según el portal oficial del Poder Judicial de Formosa, esa cuantía está así: reclamos = 30 jus (36.675 pesos), y certificaciones = 100 jus (122.250 pesos). Los jueces de Paz además deben entender en faltas y contravenciones, cuestiones referidas al Código Rural, y emiten certificaciones de domicilio, de autenticidad de firma, impresión digital o firma a ruego y de pobreza de personas.
Por otro lado, brindan asesoramiento legal y/o administrativo en cuestiones extrajudiciales, y actualmente trabajan en la dirección y apoyo de los Facilitadores Judiciales que aconsejan a los ciudadanos en cuestiones referidas a temas judiciales menores.
Además, hay Delegaciones Vecinales que dependen de la Justicia de Paz que también realizan estos trámites para la comunidad.
El sueldo de un juez de paz está equiparado con el de Secretario de Cámara, a pesar de ser Magistrado, pero con mucha más de responsabilidad que el secretario. El secretario es funcionario. El juez te manda preso.
La situación no es diferente a lo que ocurre en varios ámbitos y fueros de la Justicia local, que muchas veces se ven desbordados por la cantidad de trabajo. Este cúmulo de tareas es un hecho casi matemático vinculado estrechamente con el crecimiento demográfico que va demostrando la provincia año a año, y lógicamente, a mayor cantidad de gente, mayor cantidad de conflictos.
Lo cierto es que a pesar de que exista idoneidad profesional, ganas de trabajar y lograr brindar un servicio de justicia óptimo, si se da la circunstancia de nueve mil causas mensuales por transgresiones al Código de Faltas en los artículos sobre emergencia sanitaria, simplemente la situación colapsará, o en el mejor de los casos, no se podrá brindar una respuesta adecuada a cada caso.
La solución por lo pronto, pasaría por dotar a este fuero, y a otros con el mismo problema, de mayores proyecciones presupuestarias o nuevos juzgados que permitan descomprimir la tarea que hoy se vislumbra como gigantesca. Sería una oportunidad para que se abra el Juzgado de Paz N° 4, que ya está creado, pero no se habilita por falta de presupuesto.
LA LISTA DE TODOS LOS JUECES DE PAZ DE LA PROVINCIA
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