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CARTA ABIERTA
Mi nombre es Lía, tengo 28 años y nací en Pirané-Formosa. Soy Bioquímica y actualmente trabajo en dos clínicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en una de ellas realizando guardias. El pasado 10 de marzo viajé junto a una amiga, también bioquimica, a la ciudad de Cancún, destino elegido para nuestras vacaciones. La OMS declaró Pandemia de Covid-19 el 11 de marzo, y el 13 de marzo se decretó el ASPO (Aislamiento social preventivo y obligatorio) en Argentina. Días después muchas aerolíneas empezaron a suspender sus operaciones.
Como la aerolínea con la cual teníamos pasaje de regreso (Copa Airlines) todavía no lo hacía, intentamos cambiar los pasajes para adelantar la vuelta, sin embargo nos encontramos con la realidad de que resultaba imposible. Es decir no se podían cambiar los pasajes ni comprar nuevos vuelos en otras aerolíneas.
No quiero abrumar a los lectores detallando la odisea de todo lo que vivimos desde ese entonces solo quiero contar algunas cuestiones.
En primer lugar los vuelos de Aerolíneas Argentinas, como los llaman «de repatriación» son vuelos comerciales a los que, la manera de acceder, ha cambiado a lo largo de las semanas. Los vuelos del 23, 25 y 27 de marzo fueron añadidos para los pasajeros de Aerolíneas Argentinas que frente al repentino anuncio del cierre de fronteras quedarían varados, entonces debían volver antes de lo que tenían previsto.
La única aerolínea que pudo endosar el pasaje de algunos pocos pasajeros en esos vuelos fue Aeromexico. El resto de las aerolíneas no teníamos chances de subir en esos aviones, sin embargo nos hacían anotarnos en listas en dónde nos llamarían si sobraba un lugar. Entonces durante esos 3 días de la última semana de marzo la gente iba al aeropuerto con la esperanza de entrar. Con el diario del lunes entendemos que no teníamos ni la menor chance.
Luego, el 6 de abril salió otro vuelo especial de Aerolíneas Argentinas desde Cancún hacia Ezeiza. Ahora el mecanismo era diferente. La cancillería brindaba a Aerolineas Argentinas un listado de aquellas personas vulnerables (mayores de 70 años, embarazadas, familias con niños pequeños, enfermos) y Aerolíneas Argentinas se comunicaba con esas personas ofreciendo la venta de los pasajes que salen aproximadamente 600 dólares. Si la persona vulnerable podía comprar se guardaba su lugar en el vuelo, de lo contrario el lugar se liberaba para otro pasajero. Eso lo hicieron con un cierto número de lugares y un pequeño número se puso disponible para la venta por la web.
Las ventas se abrieron el viernes 3 de abril a las 18 hs de Argentina. Claramente la página de Aerolíneas Argentinas colapsó, muchos lo definieron «Los juegos del hambre» y pudieron comprar aquellas personas que básicamente tuvieron suerte (no eran personas vulnerables). Para el próximo vuelo de Aerolíneas Argentinas que fue el pasado miércoles 15 de abril no se habilitó la venta vía internet sino que se basaron en las listas de cancillería que mencioné anteriormente.
Sin embargo haciendo un relevamiento (tarea que realizamos durante estos días con mi amiga ya que estamos en varios grupos de WhatsApp de varados) descubrimos que muchas de las personas que viajaron no son vulnerables cuando todavía aquí quedan muchas personas con bebés, enfermedades crónicas y adultos mayores de 70 años.
Por otro lado la fuerza aérea mexicana realizó dos vuelos hacia Buenos Aires para buscar ciudadanos mexicanos varados en Argentina y llevó argentinos hacia allá el lunes 30 de marzo y un vuelo desde Ciudad de México que llevó argentinos, uruguayos y chilenos. En estos vuelos también se ha ido gente vulnerable gracias al Gobierno Mexicano.
Tanto la Embajada como la Cancillería están cerradas y atienden solo por email o teléfono. Según ellos no tienen recursos para ayudarnos por lo tanto la ayuda económica que los medios de comunicación difunden que se les da a los varados en el mundo, por lo menos a México no llega.
Subsistimos gracias a la ayuda de nuestras familias y tanto a ellos como a nosotros nos cobran el 30% del impuesto solidario. Tampoco nos dan información certera ya que no tenemos acceso a las listas de prioridad para ver en qué lugar estamos. Todo lo que sabemos es por el trabajo de los mismos varados que nos mantenemos en contacto. Recibimos mucha ayuda del pueblo mexicano tanto en cuestiones de alojamiento, comida y medicamentos. Sin embargo nos sentimos abandonados por nuestro país.
Específicamente nosotras que somos personal de salud necesitamos volver ya que nos necesitan en nuestros lugares de trabajo. Queremos hacer la cuarentena correspondiente y salir a pelear en esta guerra ya que nuestro trabajo es escencial.
En la última semana Argentina autorizó a la aerolínea LATAM a realizar un vuelo humanitario para llevar sus pasajeros, y estamos a la espera de la misma autorización de la ANAC para otras aerolíneas.
Entendemos que es necesario el arribo controlado de las personas que llegan del exterior pero también se debe contemplar que la situación de los varados a este punto ya es insostenible. Sin información que nos permita proyectar el tiempo que vamos a seguir en otro país, administrar los pocos recursos económicos que nos quedan y brindar algún tipo de tranquilidad a nuestras familias que esperan nuestro regreso.
Por último un mensaje para todas las personas que se dirigen hacia nosotros con palabras agresivas, si se enferman y necesitan ir a una guardia, cuando pueda regresar yo estaré al pie del cañón para ayudarlos a sanar, estoy convencida de que la Argentina saldrá adelante no por las personas carentes de empatía que no quieren que volvamos, sino por las que estamos comprometidas tanto con nuestro país como con nuestra profesión.
Lía Annelise Ramírez
DNI: 36016378