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Desde el Frente de la Victoria que lidera Gildo Insfrán vaticinan «el triunfo más grande de la historia», en una provincia altamente dependiente del empleo público. Desde la oposición, los seguidores de la dupla Adrián Bogado – Iván Kaluk, esperan «entrar en la historia» con el resultado de las elecciones del domingo. Silvina Kristal, de Ambito Financiero recrea en un artículo periodístico la visión de la realidad política de Formosa.
La inesperada amplitud de Balcarce 50 hacia una dupla con ADN peronista se conoció allá por abril, cuando aún era impensado que Mauricio Macri se lanzara a la aventura reeleccionista con el justicialista Miguel Pichetto como vice.
“Nosotros lo hicimos en Formosa: llevamos a Bogado como candidato a gobernador, porque entendemos que las ideas están por encima de las banderas políticas y de los nombres”, promocionó en las últimas horas el diputado nacional y presidente de la UCR formoseña, Martín Hernández.
Desde la otra vereda, el presidente provisional de la Legislatura y apoderado del PJ, Armando Cabrera, vaticinó que “el Frente de la Victoria, acá en Formosa, va a tener el triunfo más grande de su historia”, con la mirada puesta en Insfrán y en su compañero de tándem, el diputado provincial Eber Solís.
El historial de Insfrán anota porcentajes contundentes en materia de reelecciones, tras imponerse en 1995 por el 57,5% de los votos: ganó por 72,5% en 1999, por 72,05% en 2003, 75% en 2007, 76% en 2011 y 73,3% en 2015. Nunca por debajo del 72%.
“Bogado representa a la política neoliberal de Macri”, disparan además en filas del oficialismo provincial. Estratégico, el diputado y aspirante a la gobernación apostó a provincializar la elección, aunque no oculta su inclinación hacia los referentes del hoy fragmentado peronismo federal.
Con foco en la conveniencia local cuando aún era un tembladeral el escenario de alianzas nacionales del justicialismo, había sorprendido Insfrán en abril al anticipar comicios al 16-J y despegarlos de la votación presidencial, pese a su claro alineamiento con Cristina de Kirchner.
En rigor, acompaña al gobernador una fortaleza en términos de arrastre de votos que en parte fue uno de los ejes de las victorias hasta el momento de todos los oficialismos provinciales en el desdoblado calendario electoral (con 14 derrotas para Cambiemos, salvo en Jujuy y las legislativas de Corrientes): Formosa es altamente dependiente del empleo estatal (en términos absolutos, es la de menor cantidad de puestos privados del país, según la Secretaría de Trabajo de la Nación), lo que en los hechos termina erosionando la posibilidad de un cambio de signo político en el distrito.

“A los empleados de la administración pública les digo que se queden tranquilos, que no los vamos a tocar; al contrario, queremos mejorar su situación y necesitamos contar con ellos”, asegura Bogado, consciente de ese viento en contra -habla de un “sistema prebendario”, y se atreve además a prometer impulsar el fin de la reelección indefinida y de la ley de lemas.
Precisamente, la votación -se dirimen además diputados, intendentes y concejales- estará marcada por una lluvia de cerca de 3 mil candidatos, por la vigencia del criticado sistema de lemas para todos los cargos (menos el de gobernador), que dibujan por caso la presencia de 55 sublemas del PJ y de 19 del Frente Amplio Formoseño.