Aunque la pulseada electoral está centrada en el domingo 16, el PJ formoseño mira los reacomodamientos que comenzarán –resultados en mano- del gobernador, el intendente de la capital y “los agazapados” que comenzaron a peinar canas y aún no les llega su oportunidad.
La designación de Eber Solís como candidato a vicegobernador descolocó a muchos. Hubo dos lecturas: los que se sintieron sumerguidos en un freezer de una generación “entre 40 y 55” y “los de adentro” que calificaron a la bendición como “el recambio generacional”.
LAGUNA BLANCA, LA NUEVA CAPITAL
El gobernador, su vice, la hija de Gildo, el hermano del primer mandatario y el silencioso hombre de perfil bajísimo “Antoñito” Arce son de Laguna Blanca. Por allí pasa el poder. Gobernador, el vicegobernador, la diputada Yanina y el diputado Carlín pueden juntarse a comer un asado «en sus pagos» y, entre mordisco y y mordisco son capaces de definir el futuro de muchos formoseños y políticos afines.
El 10 de diciembre del 2023, Gildo estará a un mes y nueve días de cumplir 74 años. Ya abuelo, el hombre da indicios de preparar la sucesión. Después de muchos amagar, su hija Yanina se va a sentar en una banca. Muy cerca de su tío. Una similar a la que su papá utilizó entre 1983 y 1987.
Eber, de 35 años, es del círculo íntimo de invicto mandatario. Ya muchos lo miran con posibilidades de ser uno de los hombres de la transición. Es más, creen que la fórmula 2023 del gildismo estará integrada por Solís y Yanina… vaya uno a suponer en qué orden.
Y ENTONCES
Al afincarse el poder en Laguna Blanca, los desencantados hacen fila y se ordenan alfabéticamente para “ver que hacer”. Pero claro, el caudal electoral territorial pesa, si bien son varios los “agazapados”.
Ni Brignole, ni Celauro, ni Jofré se sienten cómodos por “el trato” de varios funcionarios de primera línea de Gildo y también con la conformación de la lista de diputados provinciales “con muchas re, re, re elecciones”.
El antecedente del 2015, cuando Jorge Jofré (JJ) obtuvo más votos que el propio gobernador, y relegó al sublema del Frente de la Victoria al tercer puesto, quedó marcado a fuego en Casa de Gobierno.
Empero, cómo harán sentir su enojo los intendentes?. Cortando boletas?, no. En las urnas se cuentan “las costillas” de cada jefe comunal “y quedan aún cuatro años de gestión”. Las charlas de grupos de whatsapp se convierten ya en “reuniones virtuales” donde se habla de “lo que viene”.
En menos de siete días habrá una tercera chance. Si el ingeniero vuelve a triunfar y deja mal parado “al grupo de los ministros” con su candidato Ramiro Fernández Patri; JJ estará obligado por sus pares a mirar la vidriada oficina de Belgrano al 800 y encabezar el posgildismo.
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Al intendente capitalino le «absorvieron el aparato” que disponía cuatro años atrás: se lo chuparon a Coqui Zarza, a Hugo Arrúa, el IPV, el ministerio de Planificación, lo ignoraron (con excepción de Gildo) durante mucho tiempo (aunque es sabido quién da las órdenes en Formosa).
El gildismo está enfrentado con el jofreismo. “Una cosas son las fotos que se ven y otra las acciones en las penumbras” manifestó enojado un cercano a JJ. RFP salió a atacar fuertemente la gestión de JJ. El jefe comunal le contestó un par de veces, del resto se encargaron sus “segundas líneas”. Pero el ingeniero sintió el respaldo “del gober” en varios actos que compartieron presencias y discursos.
Hay mucha hipocresía en el medio de la interna del PJ formoseño, pero el efecto tiene un solo ganador: Gildo Insfrán, que logra que la pelea de gatos se convierta en votos para él.
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