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Los que peinan canas recordarán los años 94/95 cuando Vicente Joga decidió «darle el poder por 4 años años a Gildo Insfrán». Casi nadie se atrevía a pensar que el veterinario de Laguna Blanca se plantaría, lo enfrentaría, derrotaría y aislaría del escenario político-partidario de Formosa. Pero sucedió. El poder seduce, cambia comportamientos y le encanta a los políticos. Nadie, o pocos, quieren regresar al llano.
Ubicandonos en estos tiempos, tampoco, tras el fallecimiento del vicegobernador Floro Bogado un año y un mes atrás, en el abanico de dirigentes del PJ local se imaginaban que un intendente (de Pirané), dos diputados provinciales (Adrián Bogado y Pompi Andraus) y la concejal Neme se hubieran convertido (a pocos meses de una elección presidencial) en díscolos al gildismo. El desprendimiento se convertirá en una guerra, donde habrá muchos soldados heridos (o despedidos de sus trabajos); luego pasará la «ambulancia» del quinto piso para «salvarlos». Es de manual.
Los cambios generacionales y de comunicación de esta década aceleran todos los escenarios políticos y sociales que rotan permanentemente. A pesar de ello, tampoco se pueden aventurar a afirmar que Gildo pueda perder las elecciones de este año y conquistar el séptimo mandato. Un récord. La reelección está asegurada, al menos con el panorama de enero 2019.
TODOS AGAZAPADOS
En voz baja, muchos gildistas que ocupan el mismo espacio -favorecidos por el dedo del mandamás o las urnas- miran el 2023 como «el momento» para «pegar el zarpazo». En diciembre de ese año Insfrán estará a pocos días de cumplir 73 años y 28 años como titular del Ejecutivo.
POSICIONARSE PARA SUCESIÓN
Quienes se erigen como «los referentes del futuro» o posibles sucesores de Insfrán deben tener en cuenta un detalle no menor. Para suceder al barbado de Laguna Blanca habrá que exhibir un rico historial de lealtad, pertenecer al grupo cerrado del mandatario o -ojo a esta jugada- integrar la fracción de «muchachos sub-40» y queden afuera los que exhiben arrugas. Otra opción, ser de apellido Insfrán.
Es un pergamino de mucho valor mostrar el respaldo popular. «Con plata sola no alcanza. Hoy, el concejal (Fabián) Olivera tiene más poder electoral que el sector que financia el ministro (de Economía) Jorge Ibáñez que en los últimos intentos no pudo sentar en el Concejo Deliberante a sus clásicos candidatos de 2 mil o 3 mil votos» explicó un dirigente en una «dolorosa» autocrítica.
«A Gildo, el caudillo norteño, lo seducen con votos dentro de las urnas, no con fotos en el Facebook ni alabanzas en los diarios» acotó el hombre que acompañó al gobernador «allá por los 90 recorriendo todos los pueblos del interior».
En este panorama, «Jorge (Jofré) juega con ventajas. Tiene votos, y a la hora poner plata para la compaña no no tiene miedo. Se juega todo, aunque en estos meses se verá la interna peronistas más virulenta» agregó.
EL VICE GOBERNADOR
El «dedo» del barbado cuando defina a su compañero de fórmula para las elecciones de este año sí o sí va a generar enojos. Con muchos los postulantes y solo uno será el elegido (o elegida). Mucho va a incidir las chances reales del peronismo a nivel nacional. Un minuto después de conocido el candidato a vice asomarán los que tiene guardado el bastón de Mariscal hace un tiempo.
Las redes sociales y los medios nacionales no son ámbitos donde el gildismo se maneje con comodidad, y este año «la generación del celular» puede definir bancas.
ADRIÁN Y JUAN DOMINGO
Los díscolos del gildismo son parecidos pero distintos. El diputado tiene un perfil más cauto y conciliador. Y su responsabilidad es legislativa, aunque también tiene seguidores que en las últimas horas se enteraron que dejaron de pertenecer a la planta de personal de la Legislatura. Ahora se verá la capacidad de liderazgo y actitud que adopte Adrián Bogado para «defender a su gente».
Mientras tanto, el intendente de Pirané, está acostumbrado a estar en la vereda de enfrente. Le tocó competir contra su padre para acceder al cargo que ganó en las urnas. Tiene sobre sus espaldas los empleados comunales y la administración de una ciudad. Tiene más responsabilidades. Pero confronta sin medias tintas.
HECHOS, NO PALABRAS
Y se sabe, estamos en Formosa. Donde «el jefe» no debe ser débil ni dubitativo. El «jefe» se impone, enfrenta, pelea, choca, defiende hasta lo indefendible…. por eso se mantiene Gildo en poder tanto tiempo. Porque, si tiene que meter preso al Presidente del Superior Tribunal de Justicia, lo hace. Si hay que saltar arroba de las bancas de Legislatura, lo permite. Por eso, el día de la Mujer hay un solo orador y es Gildo, y las mujeres enfervorizadas aplauden desde las tribunas y «el uno» las mira desde arriba. Alguna similitud con el patriarcado, es pura coincidencia…..
Por eso, «el patrón de estancia» Ricardo Buryaile tiene más predicamento entre «el voto peronista» que el abogado «de palabras correctas» Luis Naidenoff.