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Ya no saben dónde alojarlos. Entre procesados sin condena y a la espera de juicio, más aquellos que ya están purgando una condena firme, hay cientos y cientos de ellos distribuidos en las cárceles de jurisdicción provincial en Formosa.
La provincia de Formosa tiene seis unidades penitenciarias de jurisdicción provincial y de diversa capacidad distribuidas en tres ciudades, Formosa capital, Las Lomitas y Clorinda. Cuatro son de capacidad media y dos tienen una capacidad reducida. También hay una en la que solamente son alojados aquellos imputados procesados, que esperan juicio.
LAS UNIDADES
La primera de todas, la Unidad Penitenciaria Provincial n° 1 de Formosa, que hace unos años fuera la Alcaidía de Varones, tiene una capacidad actual de 180 internos, que según información oficial, se trata de una sede penal preparada y definida para detenidos con condición de procesados, aún sin condena, y que esperan juicio.
La Unidad Penitenciaria Provincial n° 2 es la ex Alcaidía de Mujeres, ubicada sobre la calle Libertad casi avenida 25 de Mayo, junto a la comisaría Segunda de la ciudad de Formosa. Tiene una capacidad de 24 internas alojadas, pero las procesadas y condenadas están en la misma unidad, y sólo depende su separación interna según el criterio de las autoridades penitenciarias de ubicarlas en celdas separadas.
La Unidad Penitenciaria Provincial n° 3 es la ex Alcaidía Mixta de Las Lomitas, con una capacidad de 120 internos. Se trata de una cárcel mixta, apta para varones y mujeres separados en sectores diferenciados, pero habría muy pocas condenadas alojadas en dicha unidad.
La Unidad Penitenciaria Provincial N° 4, ex mini Alcaidía de Clorinda, ubicada junto a la comisaría COSIV de dicha ciudad, donde solo deberían alojarse procesados, y que tiene una capacidad de 50 internos alojados.
La Unidad Penitenciaria Provincial N° 5, la más grande y moderna de la provincia, con una capacidad máxima de 180 condenados. Está en las afueras de la ciudad de Clorinda y fue la más recientemente habilitada para descomprimir el hacinamiento de privados de libertad hace un par de años.
La Unidad Penitenciaria Provincial N° 6, moderna pero con poca capacidad de alojamiento, solo puede alojar a 64 condenados, y está ubicada frente a la ex Alcaidía de Varones, en la ciudad de Formosa.
AL BORDE DEL COLAPSO
Según el último informe disponible del Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena (SNEEP) que es del año 2017, y que depende de la Dirección Nacional de Política Criminal en Materia de Justicia y Legislación Penal de la Subsecretaría de Política Criminal de la Nación, de la Secretaría de Justicia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, el servicio penitenciario provincial, con sus seis unidades, alojaba en 2017 a 625 personas privadas de libertad, estando con tal cifra con la capacidad prácticamente colmada, y sin cupo para más alojamiento de presos.
Tal situación, que es muy variante ante el egreso de internos condenados a quienes se le agotó la condena, y salen en libertad liberando al mismo tiempo espacio en las unidades carcelarias, también es preciso indicar que paralelamente ingresan a los centros de detención nuevas personas con condena nueva o procesados, cuyo ingreso es incesante.
La Justicia de Formosa con la aplicación del sistema de oralidad agilizó la realización de juicios exprés en la provincia aunque se aplica actualmente a casos no complejos, es decir, de la sentencia que surge de estos procesos orales hay cientos de casos de probation, una figura legal que otorga la posibilidad de realizar tareas comunitarias a personas imputadas por delitos leves, y que si los realizan, evitan el juicio y una eventual condena. También surgen sentencias de cumplimiento condicional, en las que la característica del crimen, y su eventual condena máxima aplicable dan la posibilidad de condenar a un sujeto en forma condicional, es decir, es hallado culpable y condenado pero seguirá en libertad, y sólo deberá cumplir la condena en detención, si se involucra en un nuevo delito. En ambos casos, el de probation como de las condenas condicionales, las sentencias no implican un nuevo condenado sumado al régimen penal provincial.
La oralidad en procesos por delitos no complejos ha dado mayor libertad a los juzgados penales y cámaras criminales para poder trabajar los juicios por crímenes más complejos o alevosos, y consecuentemente hay más condenas firmes aplicadas a criminales locales. También es importante indicar que antes de la oralidad, cientos de causas penales prescribían por falta de movimiento judicial, o por el clásico ítem “paralizado por autores no habidos o desconocidos”. Actualmente, ante una mayor criminalidad en la provincia, más cantidad de hechos delictivos y crímenes de diversa índole, fue inevitable la aparición de más condenas y por ende más presos en cárceles provinciales.
No es una situación aislada o exclusiva de la provincia, ya que en la región NEA también hay provincias con problemas de alojamiento de presos, como Misiones. Además, es importante aclarar que si bien todas las comisarías policiales -o al menos la gran mayoría- tienen celdas para alojamiento de personas, no son aptas para el alojamiento de condenados, ya que éstos deben estar alojados indefectiblemente en unidades penitenciarias específicas, y esto obedece a que en las unidades penales los presos tienen racionamiento diario (cuatro comidas diarias), área de sanidad con personal médico para su atención (médicos, enfermeros y odontólogos), entre otras características que las comisarías no pueden brindar.
LA REALIDAD DE LOS NÚMEROS
En la provincia el problema se agravó a partir de 2013, ya que en ese año había 329 presos en total. En el año 2014 totalizaron 420 presos, y al año siguiente en 2015, la cifra trepó a 463 condenados presos. Ya en 2016, hubo un total de 555 personas privadas de libertad, y siguiendo la tendencia creciente, en 2017, último dato disponible, la población penal en la provincia alcanzó la cifra de 625 presos alojados en unidades penales de Formosa. En cuatro años, la cantidad de presos se duplicó en unidades dependientes de la provincia.
Según el informe de SNEEP, para 2017, la UPP N° 1 tenía un total de 197 personas como población penal, superando la capacidad de 180 internos, con sobrepoblación. La UPP N° 2 -de mujeres- tenía en 2017 un total de 35 mujeres presas, superando la capacidad de 24 internas que tiene ese penal, también con sobrepoblación. La UPP N° 3 de Las Lomitas con 130 internos y una capacidad máxima para alojar 120, también exhibió sobrepoblación. La UPP N° 4, de Clorinda, totalizó 46 internos alojados para una capacidad máxima de 50 internos, sin sobrepoblación pero al borde de estarlo. La UPP N° 5, la mayor cárcel provincial, tuvo en 2017 un total de 151 internos alojados para una capacidad de 180, sin sobrepoblación pero muy cerca de llenar su capacidad máxima. Y por último la UPP N° 6 de Formosa capital, una de las más nuevas, construida con una capacidad máxima de 64 internos pero que habría aumentado su capacidad a 70 internos, alojó en 2017 a 66 condenados, si se toma el número oficial por el cual fue construida (64 camas como máximo) la capacidad está con sobrepoblación, salvo que hayan reacondicionado celdas que antes eran para aislamiento, como celdas comunes, para aumentar la capacidad de alojamiento, de todos modos está al borde del lleno total de su capacidad.
Cabe aclarar que las celdas de los escuadrones de Gendarmería, de la Prefectura Naval y de la Cárcel de Formosa U-10 del Servicio Penitenciario Federal tienen presos que dependen del ámbito nacional, del Juzgado Federal de Formosa y que no se toman en cuenta en este informe.
Otro dato no menor, es la falta de un penal provincial psiquiátrico, para alojamiento de presos con problemas mentales, que son peligrosos y que deberían ser supervisados por personal médico que atienda una medicación diaria específica y controlada para enfermos psiquiátricos. Es desconocida la situación de presos con estas condiciones, si los hay en Formosa y cuál es el tratamiento de alojamiento que se les da.