La nueva lista de despedidos de la Legislatura provincial, profundiza la grieta dentro del PJ formoseño. El grupo de 40 trabajadores que fueron notificados de la cesantía integran el denominado «bogabadismo». El diputado Adrián Bogado dijo hoy en Radio Uno que se trata de «una decisión política», aunque tuvo el cuidado de no mencionar ni atacar directamente al gobernador Gildo Insfrán, manifestó: «nunca fuimos gildistas». Admitió que perteneció a las filas del partido gobernante que no deja de «ser peronista».
La notificación que llegó en las últimas horas, «incluso a personal de planta permanente» se suma al desplazamiento del bogadismo del espacio que tenía en la conducción partidaria.
El diputado, hijo de Floro (gobernador en el período 1983-1987 y vicegobernador 1995-hasta su fallecimiento un año y un mes atrás- lamentó la situación «más aún considerando que los despedidos saben que no conseguirán otro trabajo ni en el sector público por su pensamiento político, ni en la parte privada porque aquí no hay fábricas, no hay industrias, no hay desarrollo productivo, no hay oportunidades para los jóvenes» y calificó de «persecusión política por pensar distinto» a la ola de «sanciones».
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«Las cuestiones de estado están por encima de las cuestiones partidarias. La salud y la educación son cuestiones de estado, no se puede usar al empleado público o a los organismos públicos como un bunker político o un sistema de pensamiento único donde se hace lo que el patrón dice. Eso tiene que ver con una democracia moderna que necesitamos y nos merecemos los formoseños» acotó Bogado.
Adrián Bogado «no habló» con el gobernador por este tema, porque sabe «que es una decisión política ya tomada».
«Más allá de las cuestiones internas, todo tiene un límite. Y esto va para peor «indicó el parlamentario disidente. «A medida que avanza el tiempo vemos que hay muchos funcionarios enquistados en el poder hace mucho tiempo. Eso hace a uno más intolerante, no se escucha al otro» y si alguien cuestiona una acción «sos traidor».
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