Los familiares de Hermindo Luna se enteraron del ataque guerrillero del 5 de octubre de 1975, al día siguiente. Uno de sus hermanos recibió un telegrama en su trabajo. Ese domingo, a 320 km del cuartel, la familia se había reunido para festejarle con empanadas y chivito, el cumpleaños al padre, que había sido el 1 de octubre.
Además Jovina, la hermana de Hermindo, cumplía ese mismo día, 11 años. «No me voy a olvidar nunca de ese día», se lamenta.