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Juan Manuel Illescas fue detenido cuando intentó acreditarse para cubrir la cumbre del G20. Tenía una causa abierta por robo de ganado. El caso puso en alerta a la seguridad presidencial.
El caso de Juan Manuel Illescas, el periodista acreditado en Casa Rosada que tenía pedido de captura por robo de ganado, y que fue detenido el viernes pasadocuando intentó acreditarse para la reunión de ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales del G20, no deja de sorprender.
Según el expediente Nº 1312/11 de la Justicia de Formosa, Illescas tenía pedido de captura por abigeato, incumplimiento de las normas de comercialización de ganado, incumplimiento de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica de documentos públicos.
Infobae habló con el denunciante para tratar de reconstruir los hechos que dieron origen a la denuncia y a su posterior detención. Su nombre es Humberto Ramírez Arbo, ingeniero agrónomo y asesor ganadero. En el momento del hecho, trabajaba para la firma Nuevo Algarrobal S.A., subsidiaria de Puente Hermanos, la compañía de la familia Tomasevich. Entre las tareas que tenía bajo su órbita se encontraba la de supervisión de los campos que la firma tiene en Formosa.
«‘Colita’ le decían en esa época, porque tenía el pelo largo y se lo ataba«, introduce Ramírez Arbo ante el llamado de este medio. El cambio de look no le impidió reconocerlo cuando la primicia publicada por Infobae popularizó la imagen de Illescas en todo el país.
Luego de indagar a varios trabajadores del campo, quienes dijeron que «cumplían las órdenes de su capataz», Ramírez Arbo descubrió que Illescas –vaya a saber desde hacía cuánto tiempo– desviaba parte del ganado y se quedaba con él.
Según relató Ramírez Arbo, el modus operandi era simple: «Él sobremarcaba los animales y cuando llegaba la orden de cargar las cabezas, sacaba dos por una». En otras palabras: subía un ejemplar al camión de la empresa y otro al suyo.
Aquel día, a Illescas se le escaparon una docenas de animales «sobremarcados». Los suficientes para que Ramírez Arbo realizara la denuncia en la Comisaría de Los Chiriguanos, una localidad del departamento formoseño de Bermejo, a 400 kilómetros de la Capital.
Esa misma noche ambos se vieron cara a cara. Ramírez Arbo le avisó que lo había denunciado. Illescas prometió que «iba a hablar con la gente del campo» y presentarse en la comisaría para aclarar los hechos. A partir del día siguiente no se supo nada más de él. Desapareció. Se fugó de la provincia. Esta versión contradice los dichos del abogado del corresponsal, quien aseguró que desconocían la existencia de una causa en su contra.
Según explicó Ramírez Arbo, Illescas era técnico agropecuario o por lo menos eso les dijo. Había sido recomendado por un prestigioso ingeniero de la zona. «Nos traicionó. Éramos compañeros y nos traicionó. No solo a nosotros, también traicionó a su amigo«, señaló.
La denuncia siguió su curso. Tomó intervención el Juzgado de Instrucción de Las Lomitas, que libró un pedido de detención. Ocho años después, de una manera casi insólita, encontraron al sospechoso. Claro que ya había abandonado la actividad agropecuaria. Ahora era periodista acreditado en Casa Rosada y el Congreso, como corresponsal de una radio de la localidad de Macía, Entre Ríos.
En la Sala de Periodistas de Casa Rosada recuerdan que Illescas llegó a cumplir funciones periodísticas en tiempos en que Jorge Capitanich era jefe de Gabinete y que, con el cambio de gobierno, estuvo ausente mucho tiempo. Este año volvió, supuestamente, luego de haber superado una grave enfermedad.
La radio por la que había pedido acreditación se llama Integral y también tenía un blog llamado «Noticias de Argentina. Periodismo e Información», donde escribía regularmente. «Trato de hacer periodismo independiente» explica en la home del sitio.
El incidente puso al descubierto una seria falla en la seguridad presidencial: una persona con pedido de captura podía ingresar normalmente a la Casa Rosada y compartir espacios con el Presidente de la Nación. Hubo versiones periodísticas que señalaron al detenido como un supuesto espía. «En ese momento seguro que no, lo que pasó después con él cuando se quedó sin trabajo ya no lo sé«, contestó su ex compañero.