La sesión extraordinaria del Concejo Deliberante de la capital, se convirtió más extraordinaria de los previsto. Fue convocada para elegir autoridades del cuerpo y tratar la adhesión de la comuna local a la Ley de Emergencia Económica que ya aprobó la Cámara de Diputados a instancias del Ejecutivo. Pero «la perlita» pasó por otro camino. EN PIRANÉ, SUCEDIÓ UN CIRCUNSTANCIA SIMILAR: El bloque que responde al intendente Juan Zaragoza «quedó sin quorum» y no pudo tratar la adhesión a la ley..
Desde el inicio de la reunión, los radicales observaron la banca vacía de Viviana Martínez (concejal de Valores Ciudadanos electa en el 2105 e hija de Hilario, titular de la CGT y y de la UOCRA). Luego de aprobarse que Darío Di Martino continúa como presidente del cuerpo, Cacho García es el vicepresidente primero y Juan Carlos Amarilla vicepresidente segundo (la propuesta de Cambiemos era que Amarilla fuera vice primero, pero perdió la votación); sucedió lo inesperado.
Fueron a «cuarto intermedio» y allí se decidió «no bajar» al recinto para tratar la adhesión a la ley de emergencia económica. El peronismo quedó «sentado solo» con la banca vacía de la señorita Martínez. Se miraron entre ellos, cuchichearon al oído y minutos más tarde el presidente levantó la sesión. Con seguridad, en un segundo llamado a extraordinarias, el PJ logre su objetivo, pero el traspié «ya quedó».
Es un suceso inusual. La nueva conformación del Concejo Deliberante (desde el 10 de diciembre del año pasado la relación es 7 a 5), permitió a la oposición capitalina a «hace pata ancha» y demostrar -al menos por unos días- que mejoró su performance electoral y ante la ausencia de un concejal oficialista «te deja plantado».
El error de cálculo se convierte en un grueso error político, de la concejal ausente -estaría de vacaciones según primeras versiones- y del llamado a una sesión clave a sabiendas que «los números han cambiado».
Quizás Darío Di Martino no imaginó esa reacción del bloque radical, fue un exceso de confianza. Deberá entender que estamos a un año y pocos meses de las elecciones de intendente, gobernador y presidente. La campaña ya comenzó. Posicionarse en la sociedad, ganar la iniciativa en los medios, mostrar poder -aunque sea por un rato- son obsesiones de los políticos.