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Más allá de los análisis políticos, proyecciones y posibles elecciones nacionalizadas con un «eventual voto arrastre»; las matemáticas le otorgan cierta tranquilidad a Gildo que se encamina a cumplir su séptimo mandato sin -al día de hoy- algún escollo que se lo pueda impedir. Así lo ven desde el poderoso y optimista quinto piso de Casa de Gobierno.
Pero desde las usinas de radicales y PRO aspiran a «romper el molde». En Balcarce 50 «la idea fuerza» es apuntar a ganar las elecciones en la capital «aprovechando la grieta» cada vez más fuerte de las lineas internas del peronismo. Para ello, los referentes de Cambiemos Formosa tienen que «construir» desde abajo para mostrar una imagen ganadora a la sociedad y convencer a los popes del macrismo porteño que «se puede» ganarle al invencible Insfrán y recibir el apoyo económico y logístico.
LA CALCULADORA ELECTORAL
Si una decisión del gobierno de Macri resuelve mañana intervenir la provincia, la oposición provincial (radicalismo más PRO) se vería envuelta en un gran dilema: con qué dirigentes integrar un gabinete provincial ,cargos y estructuras de ministerios, secretarías, subsecretarías y cientos de cargos políticos que hoy controla con precisión suiza el hombre nacido en Laguna Blanca el 19 de enero de 1951.
Descartada esta posibilidad, proyectemos una hipotética derrota del gildismo en año que viene. Veamos primero la composición de la Cámara de Diputados: la oposición provincial tiene 5 legisladores para el período 2017-2021. Al gildismo le responden 10. Significa que la alianza PRO – UCR debería lograr en las elecciones del año que viene 11 de las 15 bancas en disputa para tener mayoría en el Poder Legislativo. Situación, a la fecha, poco probable.
Conclusión: solo un hecatombe político-social podría finalizar con la UCR+PRO conduciendo los destinos de la provincia con la tranquilidad de la gobernabilidad que otorga el el Poder Legislativo.
Justamente por esta razón es que «desde Buenos Aires» apuntan a ganar las elecciones en la capital, y lograr sucesivas «buenas elecciones» en el interior para ir equilibrando los números en el recinto de la calle J.M. Uriburu y proyectarse «con claras chances de destronar a Gildo en el 2023». Los radicales «puros» se resisten a ese escenario impuesto desde el poder político central: «tenemos que ganar ahora, es el momento» insisten.
Los PRO – Cambiemos locales se autoconvencen que «Gildo está cansado, no creó nuevas figuras para la renovación, el fallecimiento de Floro (Bogado) aceleró los tiempos y, fundamentalmente, cada vez hay más disidentes internos».
Ante este escenario, califican de «oportunidad histórica» una acción aperturista para «sumar peronistas» a un frente «más amplio» que contenga a dirigentes de peso del peronismo formoseño.
«Si es necesario resignar candidaturas importantes, lo haremos» se arriesgó a decir un hombre cercano al ex ministro Buryaile. Pretenden copiar el «modelo correntino» que sumó radicales, peronistas, autonomistas y liberales para acceder al gobierno en el 2001 «y no soltarlo hasta ahora, inclusive enfrentando al kirchnerismo en su punto más alto de popularidad».
El sueño radical formoseño se centra en lograr la mirada de MM y forzar el desembarco de «aparato del gobierno nacional» en Formosa «y sentarse en el sillón de Gildo; es un objetivo nuestro y de varios peronistas cansados de esperar una oportunidad» cuentan. Ni en las presidenciales del 215, ni el año pasado «el macrismo fijó su mirada» en este costado norte de la Patria con «intenciones serias» de ganar las elecciones.
LA CAPITAL
Em la ciudad donde más electores hay, la relación de parlamentarios es 7 a 5. «Por eso, la apuesta mayor está aquí» lanzó un concejal radical. «Si ganamos las elecciones, metiendo 4 concejales, más los 3 que continúan en sus cargos; tendremos mayoría en el parlamento comunal» explica. A un año y medio del llamado a las urnas, ya se rumorea la posibilidad de «llevar como candidatos a intendente a Luis Naidenoff y Fabián Olivera, además de un tercero integrado por peronistas, pero bajo el mismo lema».
LAS INCÓGNITAS
La lapicera de Insfrán, con las encuestas en la mano, definirán si tendremos una o dos fechas de elecciones para elegir presidente y vice, gobernador y vice, intendentes, diputados provinciales y concejales. El mandamás local analizará y decidirá en función a las posibilidades de «arrastre de votos» que pueda tener el macrismo comparado con el caudal que responde en las urnas al peronismo gobernante.
LOS GILDISTAS
Sin dejar de soñar con la unidad del partido del general y el desplome del gobierno del ex presidente de Boca Juniors, saben que «es necesaria la unidad en la capital, paro no poner en riesgo nada«. Pero, en ambos lados de la grieta, esperan «un gesto» del otro lado. Las heridas de las campañas del 2015 y del año pasado persisten y el rencor no los deja pensar.
Aunque tienen que convencer al ingeniero, cuestión que no costará mucho, «hasta el Frente de la Victoria se va a encolumnar detrás de Jofré para no perder el distrito más importante de la provincia». Una mínima posibilidad de «volver al llano» los une, más allá de las apetencias personales.
Por lo bajo, todos hablan de la «sucesión» para el día que llegue el alejamiento del presidente del PJ formoseño. En sitios más cerrados y conversaciones más íntimas, también, «los que tienen el bastón de Mariscal en la mochila», ya presumen y realizan análisis de como será el pos gildismo y los posibles «sucesores». Se suma a la lista de debate entre compañeros la designación del candidato a vicegobernador (antes o después del 2019).
Saben que «Macri podría iniciar un período de desgaste de la figura de Gildo», y que «el presidente lo necesita en el candelero político nacional para exhibirlo como miembro de ´la vieja política´a desterrar». Aunque parezcan dimes y diretes, estas cuestiones influyen mucho en las decisiones que comenzarán a tomarse en marzo.