Una prueba piloto de identificación biométrica de electores se realizará en las próximas elecciones legislativas de octubre, una iniciativa que busca evitar la suplantación de identidades y que se complementará con la modalidad actual de verificación manual del Documento Nacional de Identidad (DNI) de cada ciudadano.
La iniciativa es impulsada por la Cámara Nacional Electoral (CNE), que en las últimas horas se reunió con organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil para compartir las medidas de control que se reforzarán durante el proceso electoral de este año y para escuchar las inquietudes de las ONG.
La prueba piloto se realizará en mil mesas electorales ubicadas a menos de 50 kilómetros de la frontera norte, en las provincias de Chaco, Corrientes, Formosa, Jujuy, Misiones y Salta, y -según se precisó- “no se afectará el derecho a votar en caso de no coincidencia”.
Entre las organizaciones que participaron del encuentro con la CNE estuvieron presentes el Foro Cívico San Isidro, la Red Ser Fiscal, Transparencia Electoral, Fundación Ciudad, Foro de Convergencia Empresarial, Asociación de Abogados de Buenos Aires, Observatorio Electoral de América Latina y el Colegio de Abogados de la ciudad de Buenos Aires, entre otras.
Según informaron a Télam fuentes de la cámara, la iniciativa de la prueba piloto recibió el aval de los ministros de Justicia, Germán Garavano, y de Seguridad, Patricia Bullrich, en noviembre del año pasado y aún se espera que el Consejo de la Magistratura “apure el trámite para la compra de las máquinas”.
El objetivo de la medida es evitar la suplantación de identidades, tanto de argentinos como de aquellos que vienen de países limítrofes.
Asimismo, para reforzar la transparencia sobre los controles del escrutinio provisorio, la Cámara también busca realizar una prueba piloto de digitalización y transmisión de telegramas desde el mismo establecimiento de votación.
“Deben preverse medidas que permitan agilizar y abreviar el tiempo de transmisión de los datos a través de procedimientos tales como la digitalización y transmisión desde el propio establecimiento de votación para lograr una carga más amplia de información y más homogénea y representativa del resultado de la elección, sin posibilidades de manipulación mediante el orden de carga”, sostuvieron los integrantes de la Cámara en una acordada de enero de este año.
Entre otras medidas informadas a las organizaciones de la sociedad civil, la CNE propuso la “anticipación en la capacitación y registro de autoridades de mesa, monitoreos por cámara dentro de los establecimientos de votación, seguimiento del repliegue de las urnas, y aumento de los centros de transmisión de datos”.
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