Delia, la pensionada formoseña que da de comer a 70 personas con «sus 7 mil pesos»

#DíaDeLaMujer

(Por Max Berenfeld) Se las arregló para que su muy humilde y pequeño módulo, en uno de los asentamientos más olvidados de Formosa, pueda albergar a tanta gente que sólo ahí consigue mitigar el hambre. Usa los siete mil pesos de su pensión para preparar el almuerzo de sus vecinos.

Delia, un rostro y una mirada marcada por una vida sacrificada y solidaria. Es la primera vez que recibía flores en su vida.

Aunque su cuerpo parece representar con precisión sus 71 años, el espíritu altivo y pletórico de energías la presentan con muchos menos; pero el sorprendente resultado de tanta distancia en una sola persona sólo deja espacio para el reconocimiento colectivo.

Para festejar los 100 mil seguidores en Facebook de NoticiasFormosa  (ahora estamos cerca de los 84 mil), vamos a ayudar a Delia a tener un techo más adecuado. La vamos a visitar para ver las necesidades y comenzamos a buscar solidaridad de los que pueden y tiene. A prepararse, se necesitarán albañiles, ladrillos, chapas, arena, hierro, aberturas. Pero lo vamos a lograr!!!

 

Delia vive en el asentamiento Lisbel Rivira, donde la desidia de las autoridades hace tiempo sentó sus bases; por eso ahí conviven la inseguridad, la ausencia de los servicios públicos más elementales y una población que no deja de crecer, venida de todos los rincones imaginables de la ciudad y de la provincia.

HOMENAJE Y EMOCIÓN. El concejal Fabián Olivera fue a saludar a Delia; le obsequió un ramo de flores, bombones un perfume y mercaderías.

Tiene una pensión de 7000 pesos, con la que compra mercaderías para armar el almuerzo de cada día, el mismo que sirve para alimentar a sus nueve hijos y, a 70 personas que encuentran con Delia un paliativo para la hambruna que el sistema les viene negando hace muchos años. Viejos, mujeres y niños, constituyen sus visitantes más numerosos.

“Alguna vez solo me alcanza para que la comida sea sólo de tres veces por semana; también recibo la ayuda espontanea de amigos del Face y de alguna organización civil, con los que consigo llegar a fin de mes”, marco esta anciana, de tez oscura, pero de ojos vividos y chispeantes.

Este miércoles, el concejal Fabián Olivera fue a compartir con ella y sus comensales el Día de La Mujer. Le llevo una decena de rosas, una caja de bombones y un perfume, que recibió con profunda emoción y muchas lágrimas en sus ojos, más acostumbrados a gestos de penas que los que consiguió despertar el legislador municipal.

“Fui a homenajearla porque representa a todas las mujeres formoseñas que con su amor, su entereza y su profunda fe en Dios le pone el pecho a la vida”. (Fabián Olivera)

“Y en esa manera de vivir le queda energía para dedicarse a los demás; pese a sus enormes limitaciones que son solo económicas, porque en lo demás, desborda cualidades humanas muy profundas, pretendí resumir en ella a lo mejor de la mujer de mi tierra”, admitió el edil, también muy motivado.

El comedor comunitario de Delia.

Aún temblorosa y con el rostro humedecido, sin tomarse un tiempo de descanso para entender claramente las expresiones y aplausos de los muchos presentes, Delia apuró el paso y comenzó a servir el plato del día. Su jornada de trabajo y su misión en la vida, seguían la marcha.

Fuente: Diario Cuarto Poder 

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