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Un empleado de la empresa taninera Formosa quedó detenido e imputado el sábado pasado, luego de haberse secuestrado en su domicilio particular «unos 5 kilos de marihuana y algunos paquetes de cigarrillo». La investigación, que lleva adelante la fiscal federal N°1 Marisa Vázquez, se inició días atrás luego del procedimiento de incineración de «alrededor» de 9 toneladas de droga en la caldera la fábrica formoseña. La causa aún está en etapa de «secreto de sumario» y el juez federal subrogante Juan Carlos Vallejos ordenó en estas horas varias medidas que incluyen pedidos de informes que precisen más detalles de los hechos ocurridos el 13 de octubre.
La droga y cigarrillos llegaron a nuestra ciudad por orden de la justicia federal de Resistencia y Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco) y pertenecían a secuestros realizados por las fuerzas federales de la vecina provincia. Fueron trasladados por vehículos de Gendarmería Nacional del escuadrón de la vecina provincia.
El caso generó conflictos internos entre miembros de las fuerzas de seguridad y judicial «porque no avisaron que venían» explicaron fuentes confiables.
Durante la quema, donde participaron decenas de gendarmes, una autoridad de salud nacional y autoridades de los juzgados, los obreros de la empresa Unitán (que habitualmente presta las instalaciones a solicitud de la justicia federal de ambas provincias y la provincial local) «ayudaban a descargar los cientos de panes de marihuana desde el camión hasta la zona del fuego con un elevador. Algunas cajas estaban semi desarmadas y la droga caía y se desparramaba por el piso».
Cuando el empleado prestó declaración dijo que «la droga le dieron los gendarmes y que varios compañeros suyos también llevaron paquetes con estupefacientes».
Esta afirmación deberá corroborarse en el marco de la investigación. Personal de Drogas Peligrosas de la Policía de Formosa ya tiene en sus manos la grabación de las cámaras de seguridad aportados por la fábrica local.