Bajo la sombra otoñal de la planta de mango, el formoseño observa uno a uno “los movimientos” de nuestros políticos que supimos conseguir (y votar). En los primeros meses del año se ven caminar a varios desorientados. Hay peronistas a los que de la noche a la mañana la agenda “quedó vieja” y a los muchachos PRO le faltan nombres para ocupar cargos en delegaciones nacionales. En tanto, los radicales recuperaron la sonrisa, archivaron críticas y se lanzaron a una «campaña sin candidatos” un año antes de las legislativas 2017.
“Qué hacés, tanto tiempo!!” fue la frase más escuchada en la gira por el oeste con funcionarios del gobierno nacional. Y tenían motivos… hace más de una década que veían pasar “por sus narices” caravanas de camionetas gildistas con rumbo a pomposos actos donde reinaba el color azul.
Pero, de repente, nderaacore!!!. Se mezclaron los colores y se metió el amarillo “con algunas caras nuevas” ante el silencio expectante de don Juan y doña Rosa. El tiempo dirá si los globos del nuevo gobierno se pinchan, se desinflan de a poco o se mantienen. Por ahora, control remoto en mano, miran “todos los canales”.
Hoy, la sociedad se permite ser protagonista, dejando de lado su condición de espectador de las decisiones verticalistas de las autoridades que respondían a un solo color político.
EL INTERIOR TAMBIÉN EXISTE
Después de la visita a la mesa principal de Casa de Gobierno, donde un “festival de chicanas” se mezcló en la charla entre el barbado lagunense y los opositores provinciales; todas las miradas se posaron en la ruta 81.
Allá lejos, mientras el intendente de Las Lomitas, Atilio Basualdo aseguraba que el arribo de la comitiva de Buryaile, Basabilvaso (Anses), el viceministro de Desarrollo Social, Gabriel Castelli y el senador Naidenoff significaban “una gran dosis de democracia”, el gobernador (en el operativo solidario) se quejaba por que los visitantes “no lo invitaron” a los actos institucionales. Todo a la misma hora.
MACRISTAS EN FORMOSA. “Entraron por el pasillo de la casa de don Gildo, hicieron una fiesta en el patio, tiraron cohetes y algunos parientes se prendieron en el festejo, y le dejaron varios platos rotos”.
Y sí. Había motivos para molestarse. Semanas atrás, vino Macri, y juntos fueron a Clorinda. Ahora llegaron otros funcionarios, lo saludaron en su despacho y “solitos” partieron a ver “con los propios ojos” la realidad del interior.
CON LA AMBULANCIA
El ministro Buryaile recoje pedidos en público de los caudillos del interior: ATN, delegaciones del Senasa, frigoríficos. Todo a una semana de la advertencia del mandamás del PJ local a los intendentes: “ustedes pidan y agarren lo que viene, luego yo evaluaré la conducta de cada uno” disparó Insfrán.
Por eso fue llamativo que en el despacho del intendente lomitense, donde se reunieron a solas el ganadero de Belgrano y Basualdo, no se vio «la clásica» foto del gobernador; «una norma no escrita» de la liturgia gildista. Todo un símbolo.
Con la mirada puesta en las legislativas del 2017, se tejen nuevos acuerdos y puentes municipios-Nación que se generan “cada vez que un macrista decide sentir el olor a pueblo» ironizó un radical que desplegó la bandera del centenario partido frente a la sede comunal donde siempre reinó el peronismo.
El senador Naidenoff recibió varias consultas de jefes comunales que “off de record” preguntan por “la devolución del 15% de la coparticipación de Nación a Formosa”. Quieren saber si “algo les va a tocar a las comunas” y “si podrán disponer parte de ese dinero para hacer obras sin que le ordenen de Belgrano 878. “Los bolsillos están flacos, y quieren usar esos fondos para pagar aguinaldo” se supo.
Hay rebelión en la casa. Eso es muy bueno para las pretensiones del formoseño común que puede beneficiarse con la competencia de poder. Por estos días, “tener un mano a mano” con un funcionario nacional fue una oportunidad para muchos, por ejemplo para empleados de Lapacho Canal 11 que entregaron una carpeta al ministro de Medios, Hernán Lombardi.
PD: Varias vehículos de macristas que se dirigían a Ingeniero Juárez quedaron “presos” del corte en el barrio Namqom. Allí, los originarios le dijeron: “no se puede, no se puede… pasar”.
