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Las frases de campañas electorales y simbolismos juegan fuerte en el ánimo de la sociedad. El “Se puede”, o “que no caiga la fe, que no caiga la esperanza” están latentes en los comprovincianos que miran con detenimiento cada movimiento de los electos funcionarios locales y nacionales.
Pero “la nota de la semana pasada ” fue el llamado de Gildo a Nilda Patiño para invitarla a charlar sobre los problemas docentes, en una oficina que la gremialista nunca había pisado.
En el ambiente político, hizo recordar aquella frase de Insfrán hecha pública un año atrás cuando dijo «Pe hetû vaerâ ñande pueblo ha aní pe de rova hái» («Quiero funcionarios con olor a pueblo y no con cara de amargados”.
Varios ministros y blogeros G quedaron sin explicaciones para esta reacción de Insfrán, a pocas horas del día del trabajador.
Seguramente, es producto de la actitud dialoguista del gobierno PRO que abrió las puertas de despachos oficiales sin mirar color político.
En tanto, un pedido de audiencia del ministro Ricardo Buryaile, espera respuestas del quinto piso de Casa de Gobierno para que la prensa obtenga una foto del veterinario y el ganadero en el edificio de Belgrano 878.
PODER REAL Y PODER FORMAL
Pero lo que la sociedad mira, sin descuidad la novela informativa de Lázaro Baéz, que pasa con nuestros funcionarios. Unos quieren acaparar más poder y otros no lo quieren perder en un gris de caras largas y sonrientes.
La oposición formoseña sigue ocupando despachos de delegaciones nacionales por aquí, mientras funcionarios gildistas se sientan incómodos en oficinas de la Casa Rosada donde van a presentar proyectos y pedir reinicio de obras y lo reciben con informes o estadísticas “que lo desmoralizan” y regresan con la cabeza gacha.
El poder formal de muchos opositores –macristas y radicales- están debajo de las decisiones personales o conjuntas de Naidenoff, Buryaile o “los muchachos PRO”.
De allí surgieron más cargos, por ejemplo el reemplazante de la titular de la delación regional del SENASA que presentó su renuncia; y de la mujer que se hizo cargo del ENACOM y la pronta asunción de “Quique” Ramirez en un cargo “de fiscalizador” dependiente del ministerio de Trabajo.
Insfrán “acuerda” beneficios para Formosa con “segundas líneas” del macrismo a quienes conoce de tiempos anteriores del 10 de diciembre del 10 de diciembre del año pasado, pero los trámites tropiezan con las decisiones superiores del “poder real”.
CAMBIO DE POLÍTICAS
La política camina, los precios suben, los que menos tienen margen de ajuste a su presupuesto y la inseguridad no cesa.
Vale el comentario para recordar que ya pasó el tiempo prudencial, desde que asumió el nuevo jefe de Policía, para dejar en claro una evidencia: los cambios de nombre no alcanzan; es tiempo de cambiar las políticas para controlar a la delincuencia.
Somos pocos y nos conocemos mucho: días antes que llegue Macri a Formosa, en varios procedimientos provinciales y nacionales secuestraron miles de kilos de marihuana. Se fue el presidente, y todo volvió a la normalidad. Cuando quieren, pueden (al que le quepa el saco, que se lo ponga).
Los formoseños queremos que lo mucho que queda por hacer, se haga lo antes posible. Y si “se puede”, que se haga ahora.