Con el tiempo, cuando redactores de diarios quieran recrear la historia deportiva y de vida de Carlos Tévez, encontrarán que en su regreso al club de sus amores, en el tercer partido con la azul y oro, en una noche primaveral en pleno invierno en el costado norte de la Patria, «Carlitos volvió al gol con la camiseta de Boca después de 11 años».
En el primer tiempo, Carlitos estaba ansioso. Disparó 4 veces al arco. En el primero, de rebote convirtió Pérez.
En el segundo período, con el equipo del Vasco ganando dos a cero, al árbitro sancionó tiro libre.
El Apache tomó la pelota y se encendieron miles de celulares. Se veía venir. Y llegó. El Antonio Romero explotó en festejos y emoción.
