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La joven de 20 años que días atrás se roció con alcohol y en el momento de generar fuego en su cuerpo «aspiró» parte del mismo provocando graves daños en sus órganos, falleció ayer domingo.
La muchacha, de apellido Flores, vivía en el barrio San José Obrero. Estiman que la decisión que derivó en su muerte habría sido por cuestiones sentimentales.