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Fuente: diario Última Hora/Paraguay. La Dirección de Meteorología del Paraguay pronostica para este otoño lluvias por encima de los niveles normales e inundaciones por la crecida del río Paraguay. El clima será húmedo y con temperaturas cálidas o calurosas. La Secretaría de Emergencia (SEN) prepara los trabajos para las familias que serían afectadas.
Si bien es cierto que en la temporada de otoño es normal tener mayor cantidad de lluvias, en comparación con otras estaciones, para este año se estima que esas precipitaciones y las probabilidades de tormentas eléctricas superen los parámetros normales.
De esa forma, se tendría mayor cantidad de jornadas lluviosas durante los meses de marzo, abril y mayo, indicó el jefe de pronósticos de la Dirección de Meteorología, Víctor Álvarez.
Estas condiciones climáticas afectarán prácticamente a todo el territorio paraguayo, pero con mayor énfasis al Bajo Chaco y a los departamentos del centro y sur de la Región Oriental.
Las constantes lluvias provocarán, además, las crecidas de los cauces hídricos, que afectarían nuevamente a las familias ribereñas y otras comunidades quedarían aisladas, sin posibilidad de utilizar sus caminos.
También se podrían generar raudales en las rutas y calles, y esto, a su vez, aumentaría la cantidad de baches en las precarias carpetas asfálticas, una deuda de las autoridades municipales y del Ministerio de Obras Públicas que no realizan las mejoras pertinentes.
Las predicciones se basan en las anomalías del clima registradas desde el 2014 con escasas lluvias en varios estados brasileños y con muchas precipitaciones en el norte de Argentina. «Estas son señales típicas del fenómeno de «El Niño», indicó el pronosticador.
Justamente la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) confirmó la llegada de este fenómeno, que produce el calentamiento de las aguas del Océano Pacífico central y que causa cambios climáticos a escala planetaria.
Sin embargo, se espera que sus efectos no sean importantes por haberse desarrollado en forma tardía y débil. Aunque, de igual forma, provocaría nuevas inundaciones en el país, pero sin llegar a los niveles del año pasado (7,38 metros). Se prevé que la altura pico llegue a los 6,50 metros o un poco más.
«Esperamos la influencia de una débil condición de El Niño, pero suficiente para generar situaciones críticas en relación con las inundaciones», afirmó.
El río permanecerá con esa altura hasta los primeros días de agosto y luego irá descendiendo paulatinamente hasta llegar a su nivel normal de unos 5 metros. Las constantes lluvias también provocarán inundaciones repentinas en localidades vulnerables y aislará a algunas comunidades.
ASISTENCIA. La Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) ya está articulando trabajos para proyectar la asistencia y posibles evacuaciones de las familias que serán afectadas.
«Estamos trabajando en la planificación de lo que podría ocurrir en un escenario virtual en el que unas 6.500 familias se verían afectadas por la crecida del río Paraguay en Asunción», señaló el jefe de Operaciones de la SEN, Aldo Zaldívar.
Refirió que están viendo, con otras organizaciones, los posibles albergues para las familias que serán evacuadas. Sostuvo que la experiencia vivida el año pasado permitirá organizar mejor las tareas y optimizar los recursos disponibles.
Las inundaciones del año pasado dejaron a casi 50.000 familias paraguayas afectadas en todo el territorio nacional, incluyendo a aquellas que fueron asistidas por estar en condiciones de aislamiento y las desplazadas de sus hogares, recordó.
El número en Asunción ascendió a 17.500 familias que debieron abandonar las zonas ribereñas, ubicarse en albergues temporales y recibir asistencia del Estado. Comunidades en el Chaco quedaron aisladas, al igual que poblaciones de distintos departamentos.
Las Cámaras del Congreso llegaron a declarar estado de emergencia por inundaciones en la capital del país y para los departamentos de Ñeembucú, Alto Paraná y Amambay.
TEMPERATURAS. Esta temporada de otoño presentará jornadas con alto porcentaje de humedad y temperaturas cálidas, que en varias ocasiones superarían los 30 grados.
Se estima que los frentes fríos serán poco frecuentes, en consecuencia, los días frescos serán escasos.
«Vamos a tener un otoño húmedo y cálido, no frío, con temperaturas fuera de lo normal», concluyó Víctor Álvarez.