La carta de una mujer policía cesanteada a Cristina

«Muy respetuosamente me dirijo a Usted, teniendo en cuenta que visitará nuestra provincia y porque no tengo otra forma o medio de comunicarme con usted. Quiero contarle, que desde muy chica me gusto, quería ser Policía, por eso ingrese a la fuerza. Muchos obstáculos tuve que superar para ello, pero lo logre. Sabía al ingresar que las cosas no serían fáciles, pero no me importó quería cumplir mi sueño de SER POLICIA. VER VIDEO EN FACEBOOK

La mujer policía, durante la protesta en Clorinda.
La mujer policía, durante la protesta en Clorinda.

Es cierto que al ingresar, todos sabemos los reglamentos, el sueldo que cobramos, las órdenes que debemos cumplir, pero también es cierto que como toda persona, como todo ciudadano, tenemos hoy en día gracias a esta hermosa democracia, la libertad de pensar y disentir, pedir ser escuchada.

Por eso es que un día de Diciembre del año pasado, hice uso de ese derecho, hablé, pedí que me escuchen y no porque estaba en desacuerdo con el reglamento o con las leyes, lo hice por mí, por mis hijos, por todos mis compañeros policías que solamente pretendemos trabajar y por ello recibir un sueldo que nos alcance mínimamente para comer y vestir a nuestros hijos.

Tener la posibilidad de solicitar un buen trato laboral. No se me paso nunca por la cabeza ir contra las instituciones, cortar calles o rutas, ni mucho menos tomar una comisaría o móvil policial; sé que como Policía me debo a la sociedad, debo proteger a mi pueblo por eso es que nunca deje de cumplir con mi servicio.

En mi horario de franco pedí que me escuchen, en mi horario de franco acompañé a mis camaradas, hasta que me dieron la licencia, así en esa situación me dejaron en disponibilidad y meses más tarde me dejaron CESANTE, me echaron de la policía. Y quiero dejar en claro Sra. Presidente que esta situación se generó porque nuestras autoridades policiales no supieron resolver la situación planteada que no fue ni más ni menos que una nota enviada a la unidad regional cuyo portador era un camarada, cumplimos con la forma indicada, pero lejos de recibirla sancionaron a mi compañero dejándolo en disponibilidad, en realidad esto originó mi presencia en ese reclamo, apoyo a mi compañero y pedir ser escuchado. Nunca nadie nos respondió ni siquiera para decirnos que lo que pedíamos no era posible.

El 9 de Julio de este año tuve a mi bebé, el cual estuvo internado en terapia intensiva del Hospital de la Madre y el Niño de Formosa hasta el 21 de Julio. Justamente ese 21 de Julio cuando fui a la Jefatura para entregar mis papeles para cobrar el salario por nacimiento, ese día me notificaron la Cesantía, o sea me echaron. Hoy, estoy sin trabajo, sin sueldo, sin obra social y tengo tres hijos, fui despedida sin aviso previo, arbitraria y compulsivamente, sin que se me dé la posibilidad de poder tomar precauciones económicas que pudieran ayudar mi subsistencia diaria.

Señora Presidente, Usted que es defensora de lo que menos tienen, qué haría si un día se quedara sin trabajo, sin la posibilidad de llevar la leche o el pan para sus hijos; como cree, que una mujer que está amamantando a un bebe de meses, que se quedó sin nada de un día para otro, puede solventar la mantención de sus hijos, si ni siquiera puede ni tiene donde dejar sus hijos para salir a buscar un trabajo o una “changuita” como nosotros los formoseños decimos.

Si hasta hace dos meses tenía la tranquilidad de que podía gozar de mi licencia por maternidad, un derecho consagrado para todo trabajador, y a mi Sra. Presidenta me notificaron que me quedaba sin trabajo, el día que fui a la Jefatura a querer realizar los trámites para poder hacer uso de mi licencia, además de querer solicitar el pago de las asignaciones familiares que como trabajadora me corresponden percibir para asegurar el bienestar de mis hijos menores, los cuales reitero se han quedado sin nada.

Sra. Presidente no todos los que portamos uniforme tenemos aquellos nefastos pensamientos que llevaron a cometer delitos gravísimos e históricos contra el orden institucional, que aún hoy estamos sufriendo, tanto yo como mis compañeros por los cuales me atrevo a hablar, orgullosos y embanderados en una democracia que tanto amamos y defendemos, pero por sobre todo respetamos, creímos y creemos que el dialogo haciendo uso de la libertad de expresión consagrado en la constitución Nacional, en aquella plaza solo fuimos a pedir que nos escuchen, jamás pretendimos ni pretendemos desestabilizar el orden democrático, el cual hoy defenderíamos hasta con nuestra propia vida si es necesario, porque soy y somos respetuosos del sistema democrático en el cual queremos ver crecer nuestros hijos y porque un juzgado asi lo confirmo sobreseyendo total y definitivamente a los que estuvimos en esa plaza.

Y estas ideas Sra. Presidenta, de luchar por legitimar derechos que siento que me cercenan cuando para callar mi vos, deciden despedirme del trabajo, y cuando me siento decaer, refuerzo mis convicciones al escucharla a Usted en cada discurso defendiendo y fortaleciendo ésta democracia que tanto nos costó, y entonces recobro las fuerzas necesarias para seguir en mi lucha.

Nada es gratis, compañeros y compañeras, nada ha sido gratis para los argentinos en estos 200 años de historia. No me refiero a todos los argentinos, me refiero a las mayorías esas que lucharon en las guerras de independencia y que lograron formar el ejército de San Martín, de Belgrano, de Güemes, para finalmente liberar la Patria. Me refiero al pueblo y me refiero también a las luchas de los trabajadores del siglo XX para culminar, finalmente, con el primer gobierno de los trabajadores, en serio, que fue el gobierno del General Perón, en el año 1946.

Rocio Celeste Gómez – Cabo de policía – DNI N° 30.422.217 (ver facebook)

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