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La jueza de Instrucción y Correccional N° 5, Laura Karina Paz dispuso el procesamiento sin prisión preventiva por el delito de homicidio culposo calificado del joven que conducía el automóvil que atropelló al motociclista Martín Carmelo Castro, quien falleció horas después del accidente ocurrido el pasado 15 de junio alrededor de las 6, en la esquina de Córdoba y Junín de esta capital.
El caso tuvo mucha repercusión pública porque después de la colisión, el conductor del auto escapó raudamente del lugar de los hechos y recién ocho días después y tras una ardua tarea investigativa, la Policía provincial logró identificar, localizar y secuestrar el vehículo que protagonizó el accidente fatal, un Ford Fiesta Kinetic color azul oscuro que estaba oculto en la casa del imputado, en avenida Napoleón Uriburu y Santa Fe de nuestra ciudad. Ese día también fue detenido el joven de 21 años sindicado como conductor del vehículo que embistió a la moto Zanella de 110 cilindradas guiada por la víctima, Martín Castro.
En principio la jueza había denegado la excarcelación del acusado porque aún faltaban cumplimentar una serie de diligencias y pericias para terminar de cerrar la investigación y resolver su situación procesal, pero ahora decidió ordenar su inmediata libertad habida cuenta que dichas medidas probatorias ya fueron ejecutadas y los resultados están agregados a la causa.
Además, a criterio de la magistrada el joven incurrió en el delito de homicidio culposo agravado y la escala penal de esta figura penal permite que sea excarcelado ya que una eventual condena resultaría susceptible de ejecución condicional.
PRUEBAS CONTUDENTES
El procesamiento dictado por la jueza Paz está sólidamente fundado en numerosas pruebas documentales, testimoniales y, sobre todo, periciales, reunidas a lo largo de la exhaustiva investigación, las que demostraron en forma categórica que el automóvil que atropelló la moto que conducía Castro es el mismo vehículo secuestrado por la Policía del interior de la casa ubicada en avenida Napoleón Uriburu y Santa Fe la mañana del 23 de junio pasado.
Asimismo, los testimonios de varios amigos del imputado revelaron sin ningún margen de dudas, que en la noche anterior al hecho, durante la madrugada del día 15 de junio e incluso minutos antes de la trágica colisión, era el joven imputado –ahora procesado- quien estuvo conduciendo el Ford Fiesta Kinetic posteriormente secuestrado por la Policía de su propio domicilio.
Por otra parte, las pericias que llevaron a cabo profesionales de la División Criminalística de la Policía lograron establecer dos conclusiones fundamentales para poder esclarecer debidamente el hecho: por un lado que el vehículo incautado fue el mismo que protagonizó la colisión, ya que los restos materiales (fragmentos, partes de micas, fracción de óptica, plásticos, vidrios, etc.) encontrados en el lugar del accidente, secuestrados en la casa del acusado y recogidos tanto del automóvil como en la moto de la víctima, demuestran en forma palmaria que fue el Ford Fiesta Kinetic secuestrado y no otro el que atropelló a Martín Castro. Por otro lado, las pericias realizadas en el escenario del accidente revelaron que el automóvil resultó en forma categórica y fehaciente el móvil embistiente, que se trasladaba aproximadamente a una velocidad mínima de 31,30 kilómetros por hora y que la moto ya había comenzado a cruzar la bocacalle, ganándole el paso al automóvil.
IMPRUDENTE Y NEGLIGENTE
En la parte medular de su resolución, la jueza Paz sostiene que de las pruebas reunidas hasta esta etapa de la investigación, surgen elementos de juicio que permiten sustentar el proceder del imputado como encuadrado en el tipo penal previsto y reprimido por el delito de homicidio culposo agravado, debido a “su obrar negligente al haber violado su deber de cuidado, no tomando las precauciones necesarias al no respetar el paso que ya había ganado la víctima, quien ya había traspuesto con su moto en mayor medida, en la intersección donde sucediera el accidente, no prestando la debida precaución, lo que lo llevó a colisionar con el automóvil que conducía al rodado de la víctima; circunstancia determinante que impidió que esta última pudiera evitar el accidente”.
Si bien la ley de tránsito establece el deber de ceder el paso al vehículo que aparece por la derecha, la jueza aclara que esto no implica convertir dicha regla en un absoluto, es decir, ello no significa que se autorice a quien aparece por la derecha de otro vehículo a arrasar con todo lo que se encuentre a su izquierda. Además –agrega- esta regla no se mantiene si quien conduce por la izquierda ya inició su cruce, como ocurrió en el accidente donde perdió la vida Castro.
Por otra parte, explica que sin perjuicio de que el automovilista haya ingresado a la bocacalle a la velocidad mínima de 31,2 kilómetros por hora, tendría que haber extremado su diligencia disminuyendo su paso, atento que existían obstáculos que obstruían parcialmente el ángulo visual, lo cual no realizó.
En virtud de las pruebas reunidas, la magistrada surge la relación de determinación entre el resultado de homicidio culposo calificado y la violación al deber de cuidado, extremo que a criterio de la jueza se configura por la conducta imprudente y negligente del acusado, quien no respetó el paso ganado por quien en vida fuera Martín Carmelo Castro y en forma imprudente avanzó con su rodado en la intersección con la calle Junín y negligente por no haber adoptado los recaudos necesarios para evitar un accidente, ocasionando el infortunio y con ello lesiones de la víctima que posteriormente lo llevaron a su deceso como consecuencia del golpe de la colisión.
La parte resolutiva de la medida cautelar ordenada por la jueza Paz dispone el procesamiento sin prisión preventiva del imputado por el delito de homicidio culposo calificado y un embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de cien mil pesos.
Por otra parte, se informó que ayer en horas de la tarde el imputado –ya en libertad- compareció a la sede de Tribunales donde fue sometido a una extracción de sangre a fin de comparar con los restos encontrados en los vehículos protagonistas del trágico accidente.