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Durante más de una hora mantuvo en vilo a decenas de policías, bomberos y personal del SIPEC. Debió cortarse el tránsito a la altura de la cruz. Moisés Sánchez, vecino del barrio Sian, es un ex interno de la Alcaidía local.
Desde la altura de una torre de alumbrado público llamó la atención de muchos automovilistas que transitaban por el lugar.

Con el paso de los minutos y en medio de una tensa negociación, el hombre que amenazaba suicidarse pidió varias cosas. Entre esos reclamos pidió que le reconecten la luz, por eso se comunicaron con personal de REFSA.

Primero, se cortó la luz en el sector para evitar que tome contacto con los cables. Luego, los uniformados se enteraron que «se le quemó la casa y que ahora vive en una vivienda precaria de chapas de cartón» y no tiene servicio legal de energía.
En la seguidilla de pedidos, pidió que vengan su pareja y su hijo. En tanto, fumaba y hacía piruetas en lo alto.

Como escenario, decenas de curiosos cubrieron la plazoleta del paseo de la Cruz. Cuando arribaron sus familiares decidió bajar.

Parte de la solución para evitar futuros hechos similares: cubrir el inicio del hueco de las escaleras de acceso a las torres y colocarle candados con llaves que en manos de empleados de REFSA.
