LECTURAS RELACIONADAS
Las sucursales de la cadena de supermercados francesa Carrefour quitaron hoy de sus góndolas productos electrónicos y prendas. Los clientes sintieron el impacto y se dispararon conjeturas y creció la incertidumbre que se suma a las medidas de gobierno que afectan el humor social en un enero que no parece ser «de descanso».
Ni siquiera el triunfo de River sobre Boca el sábado a la noche logró quitar de agenda el tema económico que se charla en los cafés y en las mesas familiares.
En Formosa, tampoco la Fiesta de la Corvina logrará «imponer agenda» en la sociedad más allá de que los medios intenten destacarla como lo más importante de estos días.
Cuando el bolsillos están caídos, todo lo demás es secundario.
«Cuando la plata sobra en el bolsillo hablamos de vacaciones y de cambiar el auto; pero cuando falta nos acordamos del interés de la tarjeta de crédito, del precio del aceite y el harina» sintetizó un comerciante de prendas de vestir de la calle Rivadavia preocupado por los precios de su mercadería «porque cuando tenga que reponer, no sé que precios me van a cobrar».
EN EL MEDIO, LA POLÍTICA
Funcionarios y dirigentes de los partidos mayoritarios de Formosa se cruzan desde hace varios discutiendo sobre la coyuntura económica de estas semanas en el país.
El senador radical Luis Naidenoff se preguntó «¿Pueden ser tan necios y soberbios como para no percibir que el aumento generalizado de precio esta a la orden del día y que los mas perjudicados son los trabajadores?» reflexionó el legislador radical. «Están absolutamente alejados del contacto cotidiano con la sociedad, no ven una góndola ni en fotografías» ironizó.
El diputado provincial Agustín Samaniego (FPV)le contestó le pidió (a los opositores) que guarden un “prudente silencio” al recordar que cuando fueron gobierno nacional, lo hicieron de manera deficiente.
“Vemos un fuerte crecimiento de la provincia, que es indudable, en todas las áreas de su economía, ellos ven otra cosa, y con respecto a la situación nacional, vemos que nuevamente nos pone en una encrucijada, o gobierna el pueblo o las corporaciones. En el proceso hay marchas y contramarchas, confiamos en que las últimas medidas, lleguen a buen puerto” precisó el legislador.
La senadora nacional Graciela De la Rosa del FpV, descalificó las recientes criticas económicas del senador Luis Naidenoff, desmintió una «crisis», culpó a Clarín y a los mercados por generar la «sensación» de inestabilidad y aseguró que «el Senador se asusta por los duros forcejeos con quienes detentan el poder económico. Son parte del oficio de gobernar hecho que el senador desconoce». Además, desmintió «crisis, devaluación, bajos salarios e inflación».
En este sentido, el dirigente Eduardo Davis replicó a la parlamentaria con duros conceptos: «Antes de decir estupideces debería recorrer la ciudad para ver si no nos afecta la inflación y la devaluación» atacó el abogado.
«La senadora de la Rosa nos tiene acostumbrados a sus comentarios alienados, porque con la crisis económica que padecemos todos los argentinos «salvo los que gobiernan que parece que viven en otra dimensión del universo» indicó Davis.
El diputado gremial peronsita «Coqui» Zarza también se metió en la discusión: «Es evidente que el radicalismo vive montado en el teorema de Baglini, que establece que el grado de responsabilidad de las declaraciones y acciones de un partido o sus dirigentes es inversamente proporcional a su distancia del poder, la irresponsabilidad palmaria en los dichos de los diputados de la UCR Martín Hernández y Osvaldo Zárate demuestran lo lejos que están del poder al servicio de la gente, y claramente no se ven ni ellos mismos como una opción de gobierno, extraviándose en ridículas e inconducentes incongruencias» aseguró.
Zarza estaba rechazando las declaraciones del diputado Martín Hernández (UCR) que había pedido aumento de salarios para los estatales porque «si tomamos en cuenta que ya los salarios de los trabajadores formoseños venían atrasados en relación a la inflación real, esta devaluación profundiza esa brecha y ataca directamente la capacidad de compra de bienes y servicios escenciales, a la par que genera incertidumbre e imprevisibilidad en los actores principales de nuestra economía».