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La Presidenta depositó una de las siete banderas que se enarbolaron en las islas en 1966. “Que la virgen rece por los que no entienden que es necesario colaborar con solidaridad”, pidió al jefa de Estado. Estuvo Insfrán y varios grupos sectores del PJ formoseño.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner visitó este jueves la Basílica de Itatí en la ciudad homónima de Corrientes, y pidió que la Virgen “rece por aquellos que todavía no entienden que es necesario colaborar con solidaridad y humildad, para que comprendan de la necesidad de más amor y no de odio”.
Cristina pidió a la Virgen «por aquellos que todavía no entienden que es necesario colaborar con solidaridad y humildad. A esos que tanto tienen, a esos que la vida les ha deparado un destino con educación y posibilidades. Que los ilumine la Virgen para que comprendan de la necesidad de más amor y no de odio».
“Quiero pedirles que todos le solicitemos a la Virgen de Itatí que me siga dando fuerza para seguir adelante, no es lo mismo que cuando lo tenía a él (Néstor Kirchner) al lado”, dijo Cristina, y también pidió que “proteja a los que aún no pudimos llegar”.
La Presidenta arribó este jueves a la tarde a la ciudad correntina de Itatí, a 65 kilómetros de la capital provincial, para depositar a los pies de la Virgen una de las siete banderas patrias que se enarbolaron en las Islas Malvinas en 1966 durante el «Operativo Cóndor», encabezado por el dirigente de la Juventud Peronista Dardo Cabo.
Cristina cumplió de esta manera con la petición que formuló la esposa de Cabo, María Cristina Verrier -la única mujer del operativo de 1966-, de depositar una de las siete enseñas patrias que flameó en Malvinas, en la Basílica de Itatí y a los pies de la imagen de la «Virgen Morena».
Por ello, la jefa del Estado dijo visitar Itatí “como peregrina para cumplir una promesa”, depositando “una enseña patria que estuvo en Malvinas como signo de soberanía y compromiso de la juventud con la historia de su patria y de su pueblo”.
Además, homenajeó “el valor de los correntinos en (el conflicto bélico de las Islas) Malvinas, el valor de ese Regimiento 12 que estaba en Mercedes y que formó la primera línea de fuego en el combate en Pradera del Ganso, uno de los más cruentos, y esos valerosos correntinos fueron reconocidos por el propio adversario inglés por el valor que habían mostrado”.
“Ustedes los jóvenes tienen la inmensa suerte de hacer flamear estas banderas en una democracia plena de derechos y garantías. Porque si las décadas pasadas fueron las décadas perdidas, esta es la década ganada por todos los argentinos. Hemos reconquistado derechos que se habían perdido”, enfatizó.
Cristina dijo que “además de las cosas materiales que son indispensables para vivir”, el kirchnerismo amplió “los derechos intangibles, esos que colocan a las minorías en pie de igualdad” y subrayó: “Cada argentino puede decir lo que piensa y lo que siente, cuando quiere y donde quiere”.
También recordó la represión ejercida contra manifestantes correntinos que cortaban el puente General Belgrano en 1999 y cuyas víctimas “no encontraron justicia aquí y tuvieron que ir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.
“Muchas veces nos critican porque tenemos mano blanda o porque no reprimimos. Prefiero pasar por blanda, que me critiquen, antes que ser responsable de regar la tierra argentina con la sangre de un compatriota”, consideró.
Acompañaron a Cristina el gobernador, Ricardo Colombi, el intendente de Corrientes capital, Carlos «Camau» Espínola; el ministro de Salud, Juan Manzur; los secretarios Oscar Parrilli (General), Carlos Zannini (Legal y Técnica), Martín Fresneda (Derechos Humanos) y Héctor Icazuriaga (SIDE).
También asistieron los gobernadores de Chaco, Jorge Capitanich; de Misiones, Maurice Closs; de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; y de Entre Ríos, Sergio Urribarri; el intendente de Itatí, César Torres, y miembros del Operativo Cóndor.
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