«De un plumazo borraron todo nuestro prestigio» se quejó un gendarme, luego que se conociera que esa fuerza se negó a alojar al «gendarme sospechoso» en sus dependencias. Un testigo «que apareció» en las últimas horas, comprometió aùn màs al suboficial principal.
El dinero estaba destinado al pago de los salarios municipales.