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El qom formoseño Félix Díaz, acompañado por el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; el titular del CELS, Horacio Verbitsky y del INADI, Claudio Morgado, relató esta tarde lo sucedido el martes 23 de noviembre, durante un violento desalojo de su comunidad en el norte formoseño que dejó como saldo dos muertos, heridos y detenidos.
Ante más de 400 personas y junto a su esposa, Amanda Asijak, y tras cambiar, por razones de espacio, el salón donde finalmente se realizó la conferencia en el Hotel Savoy, el natagalá (cacique) toba fue recibido en medio de aplausos, gritos y sonidos de instrumentos de los mapuche y de los kolla.
Durante el pormenorizado relato Díaz dejó claro que «no» había una orden de desalojo ni presencia judicial durante el procedimiento policial que dejó «con mucho miedo a la comunidad».
Al contar el origen del conflicto, con un criollo de apellido Celía y con la provincia que construye un edificio universitario en tierras que reclaman, el cacique explicó que salieron a la ruta, hace cuatro meses «porque no nos quedaba otra. Y salimos sin plan ni estrategia, pensando que el gobierno provincial podía acercarse».
«No tenemos agua potable, no nos permiten pescar en la laguna, ni usar otros medios de subsistencia. Pasamos hambre, frío y si algunos de nosotros se enferma le dicen `que te cure Félix Díaz´.
También nos crearon causas», enumeró el cacique toba durante un informe de la comunidad que encabeza, a 170 kilometros al norte de la capital formoseña.
En su relato, dijo que «queremos contarle a la señora presidenta todo esto sin intermediarios, para que nos devuelvan la tierra. Estamos ansiosos por verla y escuchar su voz».
«Queremos vivir con dignidad, le pido a la sociedad que nos acepten como somos, diferentes», señaló Díaz.
A su turno, Julio Montero, de Amnistía Internacional Argentina, contó que realizaron una acción urgente a nivel internacional para que el gobierno de Formosa, «garantice la seguridad e integridad personal de Félix Díaz y detenga las violaciones a los derechos de los indígenas».
Por Carta Abierta estaban presentes desde temprano, el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, David «Coco», Blaustein y Carlos Girotti, Nora Cortiñas y Tati Almeida de la Linea Fundadora de las Madres de Plaza de Mayo, el dirigente Luis D´Elía, la periodista Sandra Russo y representantes de la Liga de los Derechos del Hombre.
También participaron los diputados nacionales Carlos Raimundi, Cecilia Merchán, Ariel Basteiro, Martín Sabatella, Eduardo Macaluse, el abogado kolla fundador del movimiento indígena en la Argentina, Eulogio Frites, y organizaciones indígenas como la Unión de Pueblos Originarios con Daniel Segovia y representantes de otros pueblos indígenas.
Esta organización, trató en los últimos meses, junto con la diputada nacional Silvia Vázquez, de llevar la atención de la opinión pública de lo que estaba pasando en la comunidad La Primavera.
Félix Díaz contó la catarata de insultos que recibieron en los últimos meses y afirmó que los llamaban «indios de mierda que molestan a los que quieren trabajar, váyanse».
Además, contó que esa situación se extendió en una campaña entre los intendentes de la zona de Laguna Blanca que instaban a los vecinos, a través de las radios, a juntar firmas para echarlos.
«No permitan que se cometa esa barbarie. La tierra no se vende ni se negocia y nuestra vida tampoco», pidió el toba.