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El “viceintendente” de la ciudad, cargo no escrito pero que lo ejerce el presidente del Concejo Deliberante de la ciudad, fue motivo de disputa “fuerte” entre los peronistas de la capital. El electo “Tito” Bogado se creyó con derecho a reemplazar el espacio que dejaba Antonio Taboada pero “tropezó” con sus ansias prematuras.
Desde que asumió De Vido, Antonio Taboada le ofreció al intendente la necesaria “obediencia partidaria” que le permitía “dejar el mando” en manos del sonriente concejal –ahora diputado- sin esperar “sorpresas”.
Pero los álgidos primeros días de diciembre del año pasado, Tito Bogado quiso “atropellar” el cerco del cerrado poder interno en el Parlamento comunal sin lograr su objetivo.
Eso sí, dejó entrever sus ansias de poder –antes de sentarse en una banca- pero terminó con su loca carrera en horas cuando le “aplicaron los números” como a la oposición.
“Tendrá que hacer la colimba” graficaron en los pasillos de la calle San Martín.
García por Taboada
La decisión estaba tomada. La conducta partidaria –la misma que Tito Bogado desafió- inclinaba la balanza “para un incondicional”: Cacho García.
Nadie duda de las aspiraciones “futuras” del hombre que “escucha con atención las sugerencias que bajan de Casa de Gobierno” antes de realizar cualquier acción. Pero se descarta que “tiene conducta partidaria”.
Por eso, el ingeniero De Vido “puede tomarse vacaciones tranquilo. El reemplazante se portará bien”.
Se desconoce si ocurriría lo mismo con Tito Bogado a cargo de la “birome” de intendente.