Cuando las autoridades dispusieron la obligatoriedad del uso del casco para los motociclistas, las reacciones fueron diversas. Pero el paso del tiempo modificó las conductas y las opiniones. Ahora, el alcotest deberá transitar por ese camino.
El casco salva vida. Más allá del slogan preventivo-publicitario es una afirmación muy cierta.
Decenas de vidas se lamentaron el año pasado por motociclistas desprevenidos que dejaron este mundo por no usarlo. Ahora, que se hizo una sana costumbre la utilización del accesorio de seguridad, muchos saben que “es tan importante la moto como el casco, y si es de calidad mejor”.
AHORA EL ALCOTEST
La prueba de la efectividad del debut masivo del alcotest se dio en estas fiestas que finalizaron. La cantidad de accidentes se redujo notoriamente, muchos festejos no salieron de las casas y el “autocontrol” de consumo de alcohol se tradujo en “tranquilidad” familiar y menos lamentos.
Claro que molesta acceder a la prueba y saber que “si tomás tres vasos de cerveza te da positivo”, pero es una medida a favor de todos: del que toma alcohol y del que no. Del que conduce con precaución, y del que no. Del ciclista, del motociclista y el peatón.
De la seguridad en las calles somos responsables todos. La policía cumplirá su papel, pero la sociedad tiene que hacer su aporte. Lamentar desgracias, siempre es tarde.
Y EL INTERIOR?
También es importante que “se haga un efecto dominó” en estas medidas preventivas. Los Concejos Deliberantes y Municipalidades del interior provincial deberían adecuar sus legislaciones y adoptar medidas similares a las aplicadas en la capital.
Los test de alcohol en sangre “no son caros”, es más “resultan mucho más económico que los gastos de una atención médica de urgencia, traslado, medicamentos o, quizás, una vida”.
Somos hijos del rigor: sabemos que usar cinturón de seguridad, no beber alcohol cuando vamos a conducir o usar casco son medidas a nuestro favor, pero nos molesta escuchar la sugerencia o exigencia de un inspector o policía.
Pero, somos hijos del rigor….. hasta que no somos víctimas o un cercano es protagonsita no lo entendemos.