El hombre (de 35 años) que escapó de un motel este martes (por la tarde) a pesar de la custodia policial, había recibido -por parte del Superior Tribunal de Justicia- la “confirmación de la condena de 5 años de prisión” por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal” y “portación de arma de fuego”. Tenía, “desde el año pasado” autorización (del juez Guillen) para “salir a cobrar el subsidio ´Jefe de Hogar´, con las debidas medidas de seguridad”.
El caso desnuda la realidad policial comanda por el ministro González. Las fuentes consultadas por NoticiasFormosa aseguraron que “vive en el Circuito Cinco”; “lleva un año y medio detenido en la comisaría Séptima”, “tiene 35 años”, “tiene pareja, hijos e hijastra” y estaba acusado de “abuso, justamente con una hija de su pareja”, y “por buen comportamiento podría haber recuperado la libertad –legal- en un año”.
El máximo órgano judicial provincial ratificó el fallo de la condena este martes “por la mañana”, por lo que “no se descarta que el ahora prófugo haya estado al tanto de ese detalle” ya que “la fuga ocurrió en la tarde de ese mismo día” señaló la fuente judicial consultada.La jueza (de turno) Karina Paz, tiene a su cargo “solamente” la investigación del “proceder el policía que, en moto, trasladó al detenido”.
El agente “está preventivamente separado de su función y ya se ha iniciado un sumario interno”, mientras que no se descarta igual proceder para el jefe de la seccional que autorizó “la forma” de traslado.
LA REALIDAD POLICIAL
Más allá de las autorizaciones legales o “de hecho” de los jefes policiales, el caso desnuda una realidad: los policías o “la policía, como institución” deben hacer malabares para llevar adelante algunas instrucciones.
Jorge González, ministro de Gobierno y «verdadero jefe» de los policías.
A saber: es común ver a agentes trasladando “a pie” a presos “esposados” por las veredas de la sede de España 1; algunas veces en colectivos, pero “lo máximo” se conoció ahora: “en moto, sin esposas” por las calles de la ciudad “con un preso que se podía escapar en cualquier semáforo” explicó angustiado un policía “de segunda línea”.Es casi un hecho “que la moto es del suboficial ahora separado del cargo”, “que no le quedaba otra que cumplir la orden”, o “que no tenían otro móvil para llevar al reo”.
Si bien existió irresponsabilidad por parte del uniformado, “la confianza que existe entre detenido-policía” terminó con el sonado suceso, el ministerio de Gobierno “está muy al tanto de esta realidad” agregó el policía que pidió reserva de la identidad, “pero nosotros pagamos los platos rotos, como siempre”.
El ministro de Gobierno, Jorge González, no sólo debiera sancionar “al perejil” sinó que también “debiera mirar para adentro, porque si tuviéramos los medios necesarios para el traslado no recurriríamos a nuestras motos para llevar presos acusados de abuso sexual!!!” se quejó.
El ministro González, “en lugar de sancionar, debiera solucionar el tema. Si seguimos así, en cualquier momento va a volver a suceder lo mismo” agregó la fuente.
MALO
Cuando la noticia trascendió a los medios, desde el propio ministerio que conduce González, se reclamó una «urgente» reunión con la plana mayor de la fuerza provincial «para informar todo y porqué se conoce tanto del tema», y «exigir que lo más pronto posible se logre con el paradero del prófugo».
«El ministro esta enojado, muy malo!!» por lo que pasó, comentaron colaboradores cercanos, «pero en ningún momento hizo autocrítica, se enojó con el policía» agregó.
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